El Santander obtuvo un beneficio neto atribuido de 2.756 millones de euros durante los primeros seis meses del año, lo que supone un 22% más que en el mismo período del año anterior, una ganancia que hubiera llegado al 40% sin el impacto del cambio de divisas, según informó ayer la entidad. Unos datos que para el presidente de la firma, Emilio Botín, confirman que el banco «ha retomado la senda de la recuperación de los resultados previos a la crisis, para lo que ha sido determinante la diversificación geográfica del grupo», ya que Europa aporta al beneficio el 52% (el Reino Unido con un 20%, España con un 13, Polonia con el 8% y Alemania con el 5%), Latinoamérica, el 39%, y Estados Unidos, el 9%.
Se trata de «un beneficio de gran calidad» según manifestó en la presentación de resultados el consejero delegado de la compañía, Javier Marín, que especificó que está muy apoyado en el margen de intereses y las comisiones, «que representan el 43% del total de ingresos». «Es un nuevo paso en la normalización del beneficio y la mejora de la rentabilidad», afirmó.
Este progreso se debió al aumento en los ingresos, a la estabilidad en los costes y al descenso en las provisiones por insolvencias, que se quedaron en los 5.333 millones de euros en el semestre, un 18% menos.
Para el consejero delegado, la previsión es seguir creciendo también en España, donde el beneficio alcanzó los 513 millones, por lo que se mantiene el objetivo fijado en los 3.000 millones de euros hasta 2016. También en la segunda mitad del año, ya que «todas las reformas todavía no están notándose en la calle, algo que esperamos se produzca en la segunda mitad del año donde esperamos ver el PIB creciendo a unos ritmos muy superiores a los que hemos visto en el primer semestre».
Además, la tasa de mora del Santander bajó por segundo trimestre consecutivo, situándose en el 5,45%, desvelando una «cierta estabilidad», con fuertes caídas en la nuevas entradas, tanto en empresas como en particulares. Por primera vez desde antes de la crisis en España, la morosidad bajó desde el 7,61 al 7,59%.
Por otro lado, el Santander mantiene entre sus prioridades crecer en el segmento de pequeñas y medianas empresas, por lo que lanzó su programa Santander Advance con el que han conseguido captar a 9.000 pymes españolas. Una circunstancia que, sumada a la mejora de los datos globales de crédito, con un incremento del 3% respecto del cierre del ejercicio 2013, indican la consolidación de «un cambio de tendencia».
En otro sentido, Marín sugirió que la entidad no pujará por el negocio minorista de Barclays en territorio nacional, justo cuando está a punto de finalizar la fase de ofertas vinculantes. «No es uno de los objetivos para añadir valor en la presencia de Santander en España», declaró.