El PSOE votó ayer en contra de la reforma electoral que baja el número de diputados a 33 y que establece un reparto automático por provincias según la población. El portavoz de los socialistas, José Luis Martínez Guijarro, no discutió la parte del sistema automático porque a fin de cuentas es el mismo que hay para el Congreso de los Diputados. Lo que sí cuestionó es que la cifra de escaños total vaya a ser 33. Denunció que el PP la ha elegido porque le cuadra para sus intereses electorales.

«Llevan tres años haciendo cálculos electorales», señaló Guijarro desde la tribuna de las Cortes, «33 es el número que a ustedes les interesa para que luego, en función de la población, haya determinada distribución». De hecho, a Guijarro no le extrañaría que hubiera una nueva reforma electoral. «Si dentro de unos meses no le salen los cálculos, vendrán aquí y dirán que 25», apostilló, «y dirán que ahorramos más».

Otro de los problemas que ve el PSOE con cambiar el sistema electoral a menos de un año de la cita con las urnas es que se pone en riesgo la «seguridad jurídica». Ese riesgo existe porque esta ley electoral será recurrida en los tribunales, como ya han anunciado PSOE e IU. «Si el Tribunal Constitucional la declara inconstitucional ¿con qué ley vamos a las elecciones de 2015?» se preguntó Guijarro. Y se lo cuestionó porque ya no sirve la anterior, puesto que establece un número de diputados superior al que fija el Estatuto, reformado también recientemente.