Mucho más que lagunas y embalses

Susana Jiménez / Toledo
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Su patrimonio natural es uno de los grandes potenciales turísticos de Castilla-La Mancha. En torno a sus lagunas y embalses son múltiples las actividades que se pueden desarrollar, además de disfrutar de sus espectaculares paisajes y biodiversidad

Las lagunas de Ruidera ofrecen al visitante múltiples alternativas para disfrutar del ocio en su entorno. - Foto: Rosa Marcos

Darse un baño en una reserva natural, tomar el sol en una playa continental, bajar unos rápidos en canoa, sumergirse en las lagunas o practicar la vela en un embalse son solo algunas de las propuestas de las que se pueden disfrutar en Castilla-La Mancha.

Numerosas propuestas para adentrarse en un rico patrimonio natural, en el que el agua juega un papel muy importante. Son numerosos los complejos lagunares, ríos y embalses en torno a los cuales se articula una amplia oferta de actividades, aunando el disfrute de la naturaleza con las actividades deportivas y de ocio.

Alternativas para todos, desde darse un chapuzón en el embalse de Buendía o en el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera, a practicar barranquismo en el Parque Natural de los Calares del Río Mundo; realizar un descenso en piragua en el Alto Tajo, o una ruta a caballo por la Serranía de Cuenca; practicar la vela en el embalse de Entrepeñas o disfrutar de la observación de las aves en la reserva natural de Las Navas de Malagón, o dejarse llevar en una de las numerosas rutas senderistas que  jalonan la región.

Rutas en 4x4, espeleología, rutas cicloturistas, esquí acuático o pesca deportiva son también parte de la amplia oferta que Castilla-La Mancha pone a disposición de sus visitantes, en enclaves tan singulares como la Garganta de las Lanchas en la provincia de Toledo, la Hoz de Beteta en la serranía conquense, la Laguna Volcánica de Michos en Ciudad Real o la sorprendente Laguna de Somolinos a los pies de la Sierra de Pela en Guadalajara.

Propuestas todas ellas que permiten al visitante acercarse al rico patrimonio de Castilla-La Mancha desde otro punto de vista. Paisajes y naturaleza que invitan a disfrutar de la naturaleza en estado puro.

  • Un refrescante baño en las Lagunas de Villafranca: Situada a dos kilómetros de la localidad toledana de Villafranca de los Caballeros se encuentran las lagunas. Una reserva natural en la que el visitante puede escapar del calor dándose un chapuzón. La Laguna Grande, que cuenta con tres zonas  autorizadas, se convierte en el lugar perfecto para darse un baño y disfrutar de sus aguas medicinales.

    Un playa en pleno corazón de La Mancha, que además ofrece al visitante otras muchas posibilidades, como la práctica del piragüismo, así como los viajes en barca para poder adentrarse en el agua y conocer la zona desde dentro que ofrecen los voluntarios de las laguna.

    Pero si lo que se prefiere disfrutar de la naturaleza de forma mucho más relajada, la Laguna Chica y la de la Sal se convierten en el observatorio perfecto para contemplar la convivencia entre hábitat terrestre y acuático.

  • Esquí acuático en el embalse de Entrepeñas: Para los amantes de la aventura, el embalse de Entrepeñas se presenta como la mejor opción para practicar el esquí acuático sin tener que desplazarse hasta la costa. En la Alcarria Baja, a tan solo una hora de Madrid, se encuentra este embalse, cuyas aguas tranquilas son idóneas para la práctica deportiva. El Mar de Castilla ofrece al visitante una experiencia única, al poder disfrutar de sus aguas cristalinas de azul turquesa, rodeadas de un singular entorno natural. El esquí acuático es solo una de las múltiples opciones que ofrece este mar tierra adentro para la práctica deportiva: vela, piragüismo, canoas, wake-board, son otras de las propuestas relacionadas con el agua que ofrece este entorno. Además, en este embalse hay habilitadas tres zonas para el baño (Alocén, Durón y Pareja), y en su entorno se puede practicar el senderismo, siendo varias las rutas existentes en la zona.
  • De ruta senderista junto a las Lagunas de Ossa de Montiel: Una buena opción para descubrir el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera es hacerlo a pie. Los amantes del senderismo encuentran en este parque diversas rutas para acercarse a su espectacular paisaje, la flora y la fauna que alberga. En la zona de las lagunas de Ossa de Montiel se encuentran dos de estas rutas. Por una parte la denominada ‘Ruta Literaria de Don Quijote’, que discurre entre la cueva de Montesinos, donde Cervantes cuenta que la dama Ruidera y sus hijas fueron convertidas en río y lagunas, por el castillo de Rochafrida hasta la ermita de San Pedro, de origen visigodo. En este mismo punto comienza la otra ruta, la de la ‘Cruz de las Monjas’. Desde allí el senderista podrá contemplar las ruinas de un molino harinero, y la centenaria Noguera de San Pedro, con las espectaculares panorámicas del río Alarconcillo, y las lagunas Tomilla y Concejo. En la laguna Tinaja encontraremos dibujos esquemáticos que abarcan desde la Prehistoria a la Edad Media.
  • Buceo en las Lagunas de Ruidera: Bucear también es posible en uno de los enclaves más espectaculares de Castilla-La Mancha, el Parque Natural de las Lagunas de Ruidera. Conectadas mediante caídas de agua y cascadas, las lagunas componen un paisaje acuático espectacular. Una ocasión en la que conocerlas, también, desde su interior.
  • Explorar la Cueva de los Chorros: El Parque Natural de los Calares del Río Mundo y de la Sima ofrece al visitante la oportunidad no solo de disfrutar de un paisaje único, sino también de practicar numerosas actividades, entre ellas  adentrarse en el complejo de la Cueva de los Chorros, que  cuenta con 85 cavidades exploradas. Es posible tanto en la parte acuática como las zonas fósiles de las galerías.
  • Recorrer el Alto Tajo en piragua: Practicar piragüismo es otra buena opción para disfrutar de un entorno espectacular como el Parque Natural del Alto Tajo. Recorridos por aguas cristalinas, salpicadas de rápidos, y todo ello rodeado de pinares y bosques de ribera, de valles estrechos con laderas esculpidas a modo de cuchillos y agujas. Una experiencia única.
  • Por la ruta del Boquerón del Estena con los más pequeños: Cabañeros es mucho más que un parque nacional, es un lugar único en el mundo. En él sobrevive intacto el gran bosque mediterráneo de Europa, una gran reserva en la que conviven fauna amenazada, como el águila imperial ibérica y el buitre negro, y más de un millar de especies vegetales, con  fósiles de hace más de 480 millones de años, y las curiosas cabañas de carboneros que dan nombre al parque. Todo ello conforma tan solo una pequeña parte de su atractivo, en el que también tiene un papel destacado el agua.

    Una de las numerosas posibilidades que ofrece este parque es disfrutar de un recorrido por las orillas del río Estena, siguiendo el sendero del Boquerón del Estena. Una buena opción para disfrutar de Cabañeros con los más pequeños, puesto que esta ruta a pie, presenta baja dificultad.

    Durante el recorrido,  que comienza en Navas del Estena, podremos disfrutar de la alternancia del bosque mediterráneo y el bosque de ribera, además de apreciar impresionantes paisajes formados por la erosión, y las huellas fósiles de cuando esta zona estuvo sumergida bajo el mar, hace 400 millones de años. Ocho kilómetros, para disfrutar, aproximadamente durante dos horas, de este recorrido por las entrañas del Parque Nacional de Cabañeros.

    Otra buena opción es la senda de la Torre de Abraham. Un recorrido que da comienzo en el centro de visitantes situado junto al embalse que la da nombre, y donde podremos encontrar una exposición sobre la fauna y flora del parque asociada al bosque de ribera, así como asomarnos al impresionante mirador sobre el embalse.

    Junto al centro de interpretación existe un área recreativa con mesas y columpios, en el que tomar fuerzas antes de iniciar el recorrido. Una senda botánica sobre pasarelas para disfrutar del cauce fluvial del río Bullaque, apta también para personas con movilidad reducida.

  • Observación de aves en las lagunas salinas de Lillo: Con sus 400 hectáreas, las Lagunas de Lillo constituyen el complejo lagunar salino más extenso e importante de la Península Ibérica. Son lagunas ideales para recorrer caminando sus orillas, o para bañarse y hacer windsurf. La presencia de aves acuáticas y esteparias entre prados de albardín -planta de suelo salinos parecida al esparto- son su principal atractivo.

    La laguna de El Longar cuenta con una de las mejores colonias de pagaza piconegra, y tarro blanco todo el año, entre grandes albardinales. Dispone, además, de un observatorio de aves, desde el que los aficionados al birding pueden disfrutar de la contemplación de estos ejemplares.

    Los flamencos son uno de sus principales atractivos. Suelen desplazarse de unas lagunas a otras, y el encuentro con ellos siempre es espectacular. Prismáticos, calzado cómodo y la cámara de fotos, imprescindibles para disfrutar de esta visita.

  • Pesca deportiva en las cristalinas aguas del río Cabriel: Transparentes y cristalinas, así son las aguas del río Cabriel, declarado en 2011 como el más limpio de Europa. Cualidades que hacen esta corriente ideal para que habite la trucha común, y convierte este enclave en un atractivo para los amantes de la pesca deportiva. Desde abril a septiembre tienen su cita en esta zona, los aficionados a este deporte, en su variedad ‘sin muerte’. Una práctica sujeta a su regulación, y permite también a quien opta por ella descubrir los secretos de este afluente del Júcar, en plena Serranía conquense. Un rincón con encanto, desde el que también se puede aprovechar para disfrutar de las pinturas rupestres de Villar del Humo, referencia obligada del Arte Rupestre Levantino, declaradas Monumento Nacional, en 1924, y Patrimonio de la Humanidad, en 1988.