Qué vistosa e ilusionante fue la eliminatoria de Copa del Rey, pero qué importante es la cita liguera de esta tarde. Enfrente no habrá un equipo Asobal, antaño campeón de Europa, ni estará en la grada el seleccionador nacional absoluto. No será un partido con el ‘glamour’ que se pudo respirar el pasado miércoles en el Quijote Arena, pero a diferencia de entonces, hoy habrá un atractivo en juego mayúsculo: dos puntos. Casi nada.

Dos puntos de esos que al final de temporada, cuando se hacen cuentas y se mira la clasificación, se celebra haberlos sumado cuando hubo que hacerlo, o se lamenta haberlos dejado escapar. Por ello, la misión es muy clara: no fallar ante el Bordils.

El Bordils no es el Bidasoa, pero es el Bordils. Y no el Bordils de otros años. El conjunto gerundés ha subido un peldaño en potencial y ambición, y de hecho ya ha empezado a demostrarlo en estas primeras semanas de temporada, con victorias ante Villa de Aranda (27-25) y Santoña (35-25) en casa, aunque fuera caía en Antequera (24-21) y Palma del Río (28-20). Los refuerzos de Ferrer, Masmiquel y, sobre todo, del lateral derecho Marc Canyigueral, procedente del Liberbank Cuenca, le convierten en un adversario peligroso, ante el que no está permitido relajarse.

El Vestas BM Alarcos, con las dudas de Manu Díaz y Fran Vidal, no puede dar la espalda a su condición de favorito, y más después de las buenas sensaciones dejadas el miércoles pese a su derrota copera contra el Bidasoa (26-33). El equipo de Javi Márquez está en un dulce momento de forma que debe aprovechar para sumar la que sería su tercera victoria consecutiva en liga, tras las alegrías contra Palma del Río y Agustinos.

Un último detalle, anecdótico pero real: en caso de victoria, el Alarcos sería el nuevo líder de la competición si Torrelavega no puede con Puerto Sagunto, ya que el Nava aplazaba su compromiso contra el Villa de Aranda. Es una bonita posibilidad.