Tenía 19 años cuando defendió por primera vez la elástica roja de la selección española absoluta. Fue en Rotterdam (Holanda), en un torneo preparatorio para el Europeo que Hungría, en 2004. Apenas era una niña que no hacía mucho había abandonado su casa en Bolaños de Calatrava para iniciar su carrera deportiva en Valencia. Once años después, Macarena Aguilar, ya con un gran palmarés a sus espaldas, se dispone a cumplir 200 internacionalidades. Será mañana en Gijón, contra Angola (20 horas, TDP), en la primera jornada del Torneo Internacional, preámbulo del Mundial de Dinamarca (5-20 diciembre). 200 partidos como ‘guerrera’ que a la propia Macarena todavía le cuesta creer.
«Hace años que me fijé en esta cifra, pero como algo casi inalcanzable. Antes se jugaban menos partidos con la selección y era más difícil cumplir internacionalidades, pero lo veía como un número muy lejano, y sin embargo ya está aquí, y llegarán más», confiesa a La Tribuna la central de la selección, que esta temporada milita en el Siófok de Hungría.
Macarena Aguilar es la tercera jugadora con más entorchados absolutos de la historia del balonmano español, sólo por detrás de Cristina Gómez (277) y de su compañera de selección Marta Mangué (268). Cifras que ni se plantea cumplir, al menos en este momento: «Lo de Marta es otra historia. Tendría que jugar otros cuatro años más para llegar, y no lo veo», asume ‘Maca’, que además es la cuarta máxima goleadora de todos los tiempos, con 553 tantos, también lejos de las tres mujeres que le preceden en esta clasificación: Montse Puche (736), Cristina Gómez (897) y Marta Mangué (964), según datos de la Federación Española.
Humilde. A pesar de estos espectaculares números, la ciudadrealeña no se considera ningún tipo de emblema, símbolo o personalidad del balonmano nacional. «Dicho de ese modo suena muy fuerte. Yo no me lo planteo así, aunque es cierto que 200 partidos con la selección no los cumple cualquiera. De esto, al igual que de los éxitos que hemos logrado hasta ahora, seremos más conscientes con el paso del tiempo. Ahora no se saborea tanto como cuando ya han pasado años y lo has dejado; es lo que nos dicen las más veteranas», afirma Macarena, que tiene claro que su mayor logro como internacional es la medalla de bronce conseguida en los Juegos de Londres 2012. «Ojalá pueda lograr otra medalla en Río», añade.
Y es que, después de un verano muy complicado, en el que incluso llegó a plantearse la retirada tras su frustrado fichaje por el Rostov ruso, ‘Maca’ está volviendo a disfrutar del balonmano, y eso se nota en sus palabras y, sobre todo, en su tono de voz. «La anterior temporada (con el Györi Audi de Hungría) se torció desde el primer minuto y en Rusia fue un ‘zas’ en toda la boca nada más llegar. Lo he pasado muy mal, pero he seguido adelante por el apoyo y los consejos de mi familia y mi novio (Jorge Maqueda, jugador de la selección española y del Vardar de Macedonia), que me decían que éste no era el modo de dejar el balonmano, que no me merecía salir por la puerta de atrás y que me iba a arrepentir, y me he dado cuenta de que llevaban razón», confiesa la bolañega, que reconoce que «ahora la ilusión la estoy recuperando poco a poco».
Y qué mejor terapia que volver a España, jugar con las ‘guerreras’, cumplir 200 partidos con la selección y hacer un gran Mundial y, así, sellar la clasificación para los Juegos Olímpicos de Río. Por sus palabras, queda Macarena para rato, una estrella que de momento ha dado 199 destellos.