«La violencia de género es una cuestión de Estado», no dudó ayer en asegurar el subdelegado del Gobierno en Ciudad Real, Fernando Rodrigo, quien, «consciente de que cada persona es responsable de cambiar la cultura de desigualdad», exhortó a todos los poderes públicos y ciudadanos a liderar unidos el cambio hacia una sociedad libre de esta lacra. En el acto, en el que hizo lectura de la declaración del Consejo de Ministros aprobada para el 25 de noviembre, puso de manifiesto que «hay salida» e instó a las víctimas a marcar el 016 en un primer paso que no deja huella ni en la marcación ni en la factura.

Rodrigo destacó el trabajo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y recordó que el Gobierno ha conectado el sistema de seguimiento integral VioGén con todas las bases de datos de las comunidades autónomas con el fin de conseguir «una protección más eficaz de las víctimas». De igual modo, puso el acento en las modificaciones legislativas realizadas para «mejorar la respuesta» dada, «también a los hijos de estas mujeres».

Tras una suelta de globos -a cargo de alumnos del IES Santa María de Alarcos- y un minuto de silencio por las 48 mujeres y tres menores asesinados este año, la jefa de la Unidad contra la Violencia de Género de la Subdelegación del Gobierno, Ricarda Barato, lanzó un mensaje de esperanza al recalcar que «disponemos de los medios para eliminarla y de la capacidad de las víctimas para seguir proyectándose en el futuro a pesar de acontecimientos desestabilizadores, condiciones de vida difíciles y traumas graves».

La concejala de Igualdad, Manuela Nieto, apostó por trabajar en la sensibilización desde la más tierna infancia y señaló la existencia de talleres municipales dirigidos a escolares. Por su parte, la diputada provincial Manuela González-Horcajo condenó esta lacra, pero matizó que le hubiera gustado escuchar «el manifiesto de la Federación Española de Municipios y Provincias, donde están todos los grupos políticos representados». «También contamos con talleres para educar en la igualdad», señaló animando a las víctimas a denunciar para que se les pueda ayudar desde los centros de la mujer.

El director provincial de Hacienda y Administraciones Públicas,  Francisco Pérez, recordó que «Castilla-la Mancha fue pionera en la lucha contra la violencia de género con una ley en 2001 que, junto con otras medidas preventivas, inspiró años más tarde la que aprobó el Gobierno de España en 2004». En este sentido, aplaudió la aprobación de una nueva norma anunciada esta misma semana por el presidente de la región con la que «se implementarán medidas que traten de cortar esta barbarie».  

La cabeza de lista del Partido Popular por la provincia de Ciudad Real al Congreso de los Diputados, Rosa Romero, solicitó la unión de todos los demócratas en la lucha contra la violencia de género y que «no se haga partidismo con este drama»; mientras que la diputada del PSOE y candidata número uno al Congreso, Isabel Rodríguez, abogó por impulsar un Pacto de Estado para encarar un problema de «gravedad extrema»; y el candidato de Ciudadanos, Francisco Javier Fernández-Bravo, consideró «imprescindible» la intervención rápida e individualizada.

Por último, CCOO y UGT unieron fuerzas en un acto en el que hicieron hincapié en la necesidad de «combatir factores que inciden en la posición desigual de la mujer como son la feminización del desempleo y la desprotección social».