Alcázar de San Juan acogió el pasado viernes, 21 de septiembre, un encuentro entre la organización cooperativa Agro-alimentarias Castilla-La Mancha y las principales bodegas cooperativas de la región, para tomar el pulso a la vendimia de este año, en el que se constató un aumento del 25% de la producción en esta campaña, cifra superior a las previsiones lanzadas en la pasada asamblea de vendimia celebrada en el mes de julio por la organización.

El portavoz sectorial vitivinícola de Cooperativas, Juan Fuente, afirmó que, respecto a las variedades internacionales, «las más tempranas, generalmente en espaldera, y mejor dotadas en cuanto al aporte hídrico, respecto a las tradicionales (Airén, Bobal, etc.), han superado las expectativas iniciales, tanto en calidad como en cantidad».

Dados los primeros pasos de esta campaña, Fuentes lanzó un mensaje de tranquilidad a todo el sector, en base a «la buena calidad de las variedades tempranas ya recolectadas, a falta de que se generalice la de las variedades tradicionales», a tenor de una vendimia «que se desenvuelve con total normalidad y que acelera el ritmo con el buen tiempo».

Con unas existencias iniciales de campaña que se constatan mucho menores que en la anterior, con 3,33 millones de hectolitros menos de vino y mosto en España, y 1,72 millones de hectolitros menos en Castilla-La Mancha, se augura que la recolección, que acelerará su ritmo en los próximos días, será, tal y como explicó Juan Fuente «tranquila en la recogida de la uva de sus socios proveedores», en el seno de las instalaciones de las bodegas cooperativas de las distintas zonas vitivinícolas de la región.

En cuanto al grado de la campaña, no se pasó por alto que la maduración tardía de las variedades tradicionales de esta región está provocando, en sus primeras recogidas, una graduación alcohólica media natural «menor de lo normal», por lo que se estima como conveniente la posible «autorización del uso de mostos concentrados y rectificados para compensar dicha circunstancia».