«La vida es un gran viaje»

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Nacida en Torralba de Calatrava, es profesora emérita de Universidad Complutense. Desde hace cinco años se ha centrado en la poesía fruto de lo cual es Arrebato.

¿Qué es Arrebato?
Es un trabajo en el que estoy subrayando la vida, es el gran viaje. Esta es un poco la idea base, pero a veces lo más elemental es lo que olvidamos y lo que hay que enfatizar. En este sentido, es un libro de poemas biográfico en su intención. Bien es verdad que tú y yo sabemos que el yo poético es un humano y universal que se encarna en la poesía. Pongo en la contracubierta del libro ‘Vida personal o ser proyectivo de la tierra’. La idea es que a veces hemos enlazado esa frase de Walt Whitman, pero aquí, en este caso, la frase que me encanta de Pessoa, «Me detengo a la orilla de mí y me asomo al abismo, y en el abismo, el universo». Así que esa es la idea importante de la vida, es el gran viaje. 
¿Cuál es la estructura del libro?
La obra tiene tres partes, la primera, es el viaje como metáfora de la vida, como metáfora y realidad; la segunda la llamo ‘Fugas’, que sí son viajes reales, a ciudades, a sitios, filtrados por el yo poético, de tal manera que escribo, que es un título que también me gusta, ‘El mundo es una geografía poética’. En esta parte salen Granada, Sevilla, Estambul, San Francisco, Quito, Toledo, México, que es el último poema que cierra el libro. Por último, la tercera parte es una sección fija que salen todos mis libros, donde recojo aforismos y divagaciones libres. Me gusta, porque en ese sentido me siento libre del formato de poema y cumplir mi vocación de socióloga.
¿Qué es México para usted?
En cierta manera es una cultura que es la de ellos y la nuestra. En México nosotros nos encontramos a nosotros mismos y ellos también nos descubren a nosotros porque tenemos algo fundamental, la lengua común. Ahí tengo un hilo de cariño cultural y también quiero llevar ahí algo que me parece una empresa muy buena, la Marca España. Es lo bueno que tiene nuestra cultura y nuestro patrimonio, que es riquísima.
¿En qué medida Arrebato es continuación de los libros anteriores?
Es un libro muy importante en el que un elemento importante es el biográfico y así lo ha subrayado la gran prologuista que he tenido, María Teresa Esparza, que acaba de recibir el Premio de la Crítica de Valencia a toda su obra.
¿Cómo se consigue mantener ese ritmo de sacar un libro cada año?
La poesía tiene oficio, como todo trabajo intelectual, pero no se puede violentar. Es una mezcla muy sutil entre el yo y el trabajo. Cuentan las dos cosas. En cualquier caso, yo vivo una situación privilegiada porque soy profesora emérita de la Universidad Complutense y me dedico plenamente a la poesía. Tengo el tiempo y las ganas para dedicarme a esto. Eso es muy bueno.
Pero, ¿es algo que se planifica o sale de ti misma así?
Vivo para escribir, esto ni sale ni se planifica. Es como la respiración o como una comida. No me planteo esa dualidad. Siempre estoy escribiendo. Por otro lado, hago como todos los escritores, a veces me paro en la calle y tomo unas notas, porque para las personas que nos dedicamos a escribir la escritura es una forma de vida.
¿Qué recorrido de presentaciones lleva con este Arrebato?
Se presentó el día 24 de abril en la Casa de Castilla-La Mancha en Madrid, el día 21 lo presentaré en la Biblioteca Pública del Estado en Ciudad Real y entre medias lo llevó a México y el 14 de mayo tendrá sus presentación en México junto con Resplandece el jardín de la Malinche.