El PP da la cara por Ana Mato

Benjamín López (SPC)
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Rajoy recuerda que la exministra de Sanidad no está imputada en el 'caso Gürtel' y critica al líder del PSOE que su voluntad de lucha contra la corrupción no pase de Despeñaperros

Mariano Rajoy y Ana Mato - Foto: EUROPA PRESS

 
La bancada azul del Gobierno tenía ayer una silla vacía, tan fotografiada o más al comienzo del debate como el propio Rajoy. No en vano, apenas habían transcurrido 14 horas desde la dimisión de Ana Mato; la sombra de la exministra de Sanidad, tumbada por los daños colaterales del caso Gürtel, se proyectaba sobre el hemiciclo, donde el jefe del Ejecutivo iba a hablar, precisamente, de cómo combatir la corrupción.
Su primera intervención duró mas de tres cuartos de hora, pero no tuvo palabras para Mato. Hubo que esperar a la réplica, cuando ya todos los demás grupos parlamentarios le habían echado en cara el asunto, para escuchar una defensa de la extitular de Sanidad que el presidente del Gobierno fundamentó en el propio auto del juez Ruz y en el Código Penal. 
Así, aseguró que debía ser «justo» con su excolaboradora y que no pretendía hacer «juicios de valor» sobre ella, sino que se iba a limitar a leer algunos pasajes del auto del magistrado, citando páginas concretas del mismo. De esta forma, su conclusión fue que Ruz «no ha considerado que Mato haya participado en el delito o delitos a los que alude en su auto; por el contrario, establece que ha ignorado la comisión de tales hechos».
Por su parte, el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aprovechó la oportunidad de atacar a Rajoy con el caso Gürtel. Sus primeras palabras desde la tribuna de oradores dejaron claras sus intenciones. «Comprendo que no es el mejor día para usted para hablar de corrupción; el problema es que, desde hace un año y medio, ningún día es bueno», le espetó. 
Así comenzó pero terminó aún de manera más dura, al afirmar que tras el auto del juez y después de «conocer que su partido se lucró de la red Gürtel», el líder popular «no está en condiciones de abordar la tarea de la regeneración democrática». Por eso, el secretario general de los socialistas le dejó claro que no pactarán nada con el PP sobre medidas anticorrupción. «Abandone toda esperanza», mantuvo, «pues no les creemos, porque ustedes no son de fiar». 
A partir de ahí, Sánchez argumentó que el auto de Ruz utiliza «la misma fórmula» para Mato y el Partido Popular en general, ya que a ambos les acusa de ser «participes a título lucrativo» de la trama. «Si la ministra dimitió, ¿quién va a asumir la responsabilidad política en su formación?», preguntó al presidente. 
Además, admitió que ningún partido está libre del problema de la corrupción pero se negó a meter a todos en el mismo saco ya que «afecta a unos y a otros de distinta manera». Y es que, afirmó, «yo no me siento en el despacho de una sede construida con dinero negro, no tenemos a un tesorero en la cárcel con cuentas en Suiza y nunca he recibido de mi partido sobres con dinero procedente, según todos los indicios, de una caja b».
 
ANDALUCÍA. Mariano Rajoy, que se había comprometido a no hablar de otros grupos ni de sus rivales políticos, terminó haciéndolo en su última intervención para contestar a Sánchez: «Tengo la impresión de que su voluntad de acabar con la corrupción tiene un límite muy claro, está en Despeñaperros», sentenció. 
En este sentido, el líder popular enumeró al máximo responsable de los socialistas los escándalos que salpican al PSOE en Andalucía, «el caso EDU, el caso Delphi, el caso de los ERE, más de medio centenar de diputados imputados, cinco senadores y diputados investigados por el Tribunal Supremo» y le preguntó quién va a asumir en su partido «la responsabilidad política por esos hechos».
Según Rajoy, en el PP eso ha ocurrido ya pero que entre los socialistas «nadie lo ha hecho, no sé si porque no quiere, porque no le deja Susana Díaz, o porque ni quiere ni le dejan», sentenció.