El plan maldito de Maduro

JAVIER VILLAHIZÁN (SPC)
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El Gobierno chavista lanza un programa económico salvaje para intentar levantar el país de una hiperinflación que supera el millón por cien y que cada día que pasa estámás sumido en la miseria y el desconcierto

Venezuela se desangra. Los datos económicos y sociales demuestran que el país caribeño está en recesión desde hace cinco años, prácticamente cuando Nicolás Maduro llegó al poder en 2013; los intercambios comerciales están inmersos en una espiral hiperinflacionista que supera ya el 100 por cien mensual; sus reservas internacionales se encuentran en el nivel más bajo en 15 años, unos 8.500 millones de dólares; y Caracas ha dejado de pagar -parcialmente- algunas de sus deudas a los principales tenedores mundiales. A esta foto fija se une el drama social y político que vive el Estado latinoamericano, con una oposición inexistente, censurada o encarcelada y con una población empobrecida y hambrienta que requiere de una cartilla de racionamiento para obtener en los  CLAP      -Comités de Abastecimiento Locales- aquellos productos que son de primera necesidad.

Con este panorama, el presidente del Gobierno de Venezuela, Nicolás Maduro, lanzó esta semana un plan económico nacional que busca no solo recuperar el nivel económico del país antes de la recesión sino también acometer un amplio desarrollo del mismo.

Una de las primeras medidas del Ejecutivo chavista fue reconvertir la moneda haciendo circular una nueva divisa nacional con cinco ceros menos, que unidos a los tres dígitos eliminados en 2008 tras una primera modificación contable, sumarían ocho ceros menos en el papel venezolano en tan solo una década. En esta segunda modificación, el bolívar fuerte pasó a denominarse soberano y supone la primera fase de un programa de recuperación económica para supuestamente reducir la inflación y superar la crisis.