V. G. S., un viejo conocido de la Policía y también de los juzgados, cuenta con hasta tres condenas previas, se volverá a sentar en el banquillo acusado de un delito de robo con fuerza que habría cometido hace justo un año, el 2 de septiembre de 2017 cuando fue detenido tras haber accedido, junto con otra persona que logró darse a la fuga, al interior del hotel El Molino de la capital, tras trepar por una venta que estaba situada a 1,70 metros de altura, tal y como explica el relato de los hechos de la Fiscalía, que solicita para V. G. S. tres años de cárcel.
«Tras violentar el pestillo de la apertura de la ventana», el acusado y su compañero accedieron a la zona de la cafetería, cerrada en ese momento, donde intentaron, según la Fiscalía, abrir, sin éxito, la caja registradora, apoderándose de 173 euros de otra caja así como varias botellas hasta que saltó la alarma. El conserje consiguió interceptar a V. G. S., con 14,26 euros y ocho botellas.
La otra persona que le acompañaba consiguió darse a la fuga, según la Fiscalía, con un botín de 159 euros y tres botellas de licores (una de ginebra Beffeter, una de Ron Barceló y una de Brandy Magno).
El acusado ha sido ya sentenciado en tres ocasiones por distintos juzgados de Puertollano y Ciudad Real. La primera vez, en 2014, como autor de un delito de hurto y de un delito de robo con fuerza a la pena de cuatro y seis meses de prisión. En 2016 volvió a sentarse ante un juzgado, Penal número 2 de la capital, como autor de un delito de robo con fuerza en grado de tentativa que le condenó a la pena de siete meses de prisión. La última sentencia tiene fecha de mayo de 2017, apenas cuatro meses antes de cometer preseuntamente los hechos que le llevan a un juzgado de nuevo. Entonces Penal número 2 de Ciudad Real le volvió a condenar como autor de un delito de robo con fuerza en grado de tentativa a la pena de 2 años de prisión.
En el escrito de la Fiscalía se apunta que el acusado «presenta una importante adicción al consumo de estupefacientes de larga evolución con periodos de tratamiento y recaídas, con relevancia en la comisión de ios hechos, por la incidencia en la obtención de medios económicos para costear el consumo». También se apunta que la titular del establecimiento ha renunciado a toda indemnización que pudiera corresponderle.