Los sindicatos inciden en la prevención tras la muerte de un profesor de instituto

R. Santamarta / Ciudad Real
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Condenaron un suceso «espeluznante» y recordaron que «la contratación de orientadores está brillando por su ausencia»

El sindicato ANPE condenó ayer  la muerte de un profesor a manos de un alumno en el instituto Joan Fuster de Barcelona, donde otras cuatro personas resultaron heridas. Un «hecho luctuoso», en palabras de Juan Carlos Illescas, que exige poner en marcha mecanismos preventivos e implicar a las familias en la educación de sus hijos. «Desde que empezaron los recortes, hay mucho personal que ha dejado de apoyar al sistema», lamentó el presidente regional de ANPE subrayando que «la contratación de orientadores y psicólogos está brillando por su ausencia». «Ellos son los que pueden ayudarnos a detectar este tipo de anomalías y tratar de ponerles remedio para evitar que ocurran este tipo de situaciones disruptivas», según aseguró.

Desde ANPE, que cuenta con la figura del Defensor del Docente, un servicio creado para prestar apoyo psicológico y jurídico a los docentes víctimas de situaciones de conflictividad y violencia en las aulas, Illescas hizo hincapié en la necesidad de desarrollar la ley de autoridad establecida en la Lomce corrigiendo «los defectos que la legalidad sostiene». «Por fin agredir a sanitarios y docentes va a ser considero un delito con la reforma del código penal, pero eso es algo que ya debería ser una realidad», precisó. «Los profesores destinan una quinta parte del tiempo de clase a mandar callar a los alumnos», lamentó Illescas sin dejar pasar por alto la necesidad de «ejercer en un ambiente razonable». En este sentido, lamentó haber entrado en «una dinámica tan complicada como ésta». No obstante, admitió que «pese a poner todo tipo de medios, a veces ocurren sucesos imposibles de entender». Así, mostró su solidaridad con la familia de la víctima y de los heridos, así con el conjunto de la comunidad educativa.

De igual modo se expresó el secretario  general de la Federación de Enseñanza de CCOO en Castilla-La Mancha, Alfonso Gil, tras calificar el suceso de «espeluznante». «Es una barbaridad y una pésima noticia», afirmó instando a «reforzar la atención al alumnado fuera del aula» para «prevenir comportamientos de este tipo». «Estas cosas no sólo suceden en Estados Unidos», lamentó. «La ley de autoridad es una falacia, es vender humo, lo que se trata es de crear unas condiciones óptimas», concluyó en una apuesta por la figura del orientador.