A dos poco más de dos semanas de la inauguración de la octava edición de la Feria Nacional del Vino (Fenavin) de Ciudad Real, el presidente de la Diputación provincial y principal impulsor de esta cita bianual desde 2001, Nemesio de Lara, ha recalcado que serán 5.000 los contactos comerciales establecidos entre compradores de 65 países y las bodegas expositoras gracias al programa ‘Contacte con’, que desde un mes antes de la celebración del evento sirve a importadores y vendedores como «plataforma de encuentro previa».

De Lara destacó que la previsión de 5.000 contactos supera los 3.000 de la edición de 2013, en una feria que, a su juicio, es clave para mejorar las exportaciones de vino de la región desde 2001, fecha de la primera edición de esta feria y en la que se exportaban 251 millones de litros, mientras que el pasado año y tras siete ediciones del evento las exportaciones llegan a 1.250 millones. «Algo tendrá que ver Fenavin», aseguró Nemesio de Lara ante unos datos que revelan que se han multiplicado por cinco las exportaciones de vino.

De Lara se mostró confiado en que esta edición de Fenavin sirva como una «plataforma de reflexión» en torno al «presente y al futuro del vino en Castilla-La Mancha», en la que se apueste «por un gran pacto del sector con las instituciones regionales y del Estado para vender mucho y vender mejor» para que «no pase como en 2013, cuando los viticultores no sabían dónde iban a colocar su uva».

Para ello, abogó por «catalogar la producción de viñedos, exigir más calidad a las bodegas y cooperativas y establecer una limitación de la producción», extremos que a su juicio se tienen que regular «con un acuerdo nacional en el que ya deberían estar trabajando organizaciones agrarias y Gobierno de la región», ya que Castilla-La Mancha «es la región que más vino produce por sus 484.000 hectáreas de viñedo».

La necesidad de aportar valor añadido al producto servirá, según De Lara, para aumentar el precio de la uva, que ha caído de los 0,73 céntimos el litro de 2001 a los 0,53 céntimos de 2014.

65 PAÍSES. El presidente de la Diputación resaltó también que en Ciudad Real habrá representantes de 65 países de todo el mundo interesados en comprar los vinos expuestos en Fenavin, destacando que donde hay más negocio garantizado es en los países europeos.

En todo caso, aseguró que hay países emergentes que cada vez más se interesan por los vinos españoles que se exhiben en Fenavin, como Estados Unidos, que crece «permanentemente»; India, «que era casi simbólica en anteriores ediciones y ahora es más importante», o China, «donde el mercado ha dejado de estar tan limitado».

En todo caso, subrayó que las actividades paralelas de la feria, más allá de la exposición del producto, como las mesas redondas, las charlas y los debates, sirven también para fomentar el consumo interno entre el público asistente, aunque esta labor promocional para generar este consumo interno «no es competencia ni de la feria ni de la Diputación», sino del Gobierno regional, dijo.

RENTABILIDAD. En total, se esperan 15.000 compradores nacionales y extranjeros a partir del 12 de mayo en una feria que resulta «muy rentable» en palabras de su presidente, para todos los bodegueros asistentes, lo que a su juicio queda demostrado por el hecho de que muchos vendedores «llaman para pedir aunque sea una baldosa para poder exponer», además de que se han quedado más de 350 bodegas en lista de espera. En todo caso, apuntó que siempre tendrán preferencia para asistir aquellos bodegueros que «creyeron desde el principio en Fenavin».

De Lara explicó que el coste de esta feria, sin contar los ingresos, ronda los 3,3 millones de euros, lo que sumado a las aportaciones de entidades financieras patrocinadoras y lo que aportan los expositores, la cita cuesta cerca de 2,5 millones, un gasto que sería mucho menor si en Ciudad Real hubiera un Palacio de Congresos. «Sólo costaría 400.000 euros», señaló.

Por otro lado, Nemesio de Lara valoró la figura del director de la Feria, Manuel Juliá y defendió el carácter profesional del evento, «aún a riesgo de no ser simpáticos para la calle». «Un importador que viene de China, India o Estados Unidos quiere tener la tranquilidad de poder degustar las 1.400 marcas que se van a exponer en la Galería y no quiere ser estorbado, pero los que no sean profesionales si que pueden acceder a ver los expositores y lo que ofrecen las bodegas», concluyó.