La comunidad educativa del colegio público San Isidro tendrá que esperar unos meses más para ver finalizadas las obras de reforma integral que el Gobierno de Castilla-La Mancha está ejecutando en este centro educativo de Daimiel y que actualmente se encuentran paralizadas por los «impagos» de la empresa adjudicataria a sus proveedores. Tras no alcanzar un acuerdo para la rescisión y liquidación del contrato, la Consejería de Educación, Cultura y Deportes se ha visto obligada a activar la vía judicial para intentar desbloquear la situación. Según explicó hace unos días a 'La Tribuna' el titular de este departamento, Ángel Felpeto, se trata del «peor de los escenarios», pues conllevará un retraso de varios meses en la finalización de los trabajos. Fuentes de la Consejería de Educación confirmaron ayer a este diario que la empresa adjudicataria de la primera fase de las obras de reforma del ‘San Isidro’ ha presentado alegaciones a la propuesta de rescisión y liquidación del contrato, por lo que han encargado un informe a los servicios jurídicos de la Junta de Comunidades, que posteriormente elevarán al Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha para que «realice una valoración» sobre este caso y actuar en consecuencia. Si la finalización del nuevo aulario de Infantil antes del inicio del curso 2018-19 era ya prácticamente imposible tras la paralización de las obras, con este escenario también se descarta que la recepción de la segunda fase del proyecto (que está adjudicada, pero que no puede empezar a ejecutarse hasta que no acabe la primera) se produzca después de las vacaciones de Navidad, como en un principio estaba previsto. Ángel Felpeto explicó que la Consejería de Educación tiene en marcha actualmente 109 obras y que el «único problema» se ha registrado en el colegio San Isidro. No obstante, lanzó un mensaje de tranquilidad a la comunidad educativa y aseguró que la remodelación del centro, una reivindicación histórica, será una realidad a principios de 2019.