Kenitra, uno de los ocho linces ibéricos que fueron liberados el pasado verano en la provincia de Ciudad Real en el marco del programa para la recuperación de la especie que ha puesto en marcha Life-Iberlince, murió el pasado miércoles en una finca de caza de Torre de Juan Abad, en el transcurso de una «acción cinegética», según fuentes del proyecto. El animal, según ha podido saber La Tribuna, recibió un disparo por parte de uno de los guardas de la finca, que pudo confundirlo con un zorro. Fue el propio guarda el que se puso en contacto con los agentes medioambientales para comunicar el accidente, y el cadáver del animal ha sido trasladado al Centro de Recuperación de El Chaparrillo, en la capital, para que se le practique la necrosia. Con la muerte de Kenitra, un macho, y de Kala, una hembra, son dos los linces ibéricos reintroducidos en la provincia que han perdido la vida en poco más de un mes.
El accidente se produjo en una finca cinegética dentro del término municipal de Torre de Juan Abad, según fuentes de Iberlince, aunque Ecologistas en Acción sitúa la acción en Almuradiel, dentro de una propiedad de la familia Botín. Según fuentes cercanas al proceso, uno de los guardas de la finca se encontraba cazando zorros cuando disparó por error sobre el ejemplar de lince ibérico, que cayó abatido. «Nada más producirse el incidente», como apuntan estas mismas fuentes, el propio guarda avisó a los agentes medioambientales de lo sucedido. La Consejería de Agricultura de Castilla-La Mancha va a presentarse como acusación particular en el caso de la muerte del lince. De hecho, la propia consejería ha abierto una investigación, dentro de sus competencias, para esclarecer las causas de la muerte del animal; investigación que también ha puesto en marcha el Seprona.

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