El Acuífero 23 sube algo más de 18 metros en los últimos cinco años

Ana Pobes
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Desde 2009 a 2013, se han recuperado 2.250 hectómetros cúbicos, aunque para volver a ver brotar agua por los Ojos del Guadiana habría que conseguir dos metros y medio más

Un instante de la medición del caudál del Guadiana - Foto: /Fotos Rueda Villaverde

El Acuífero 23 (Mancha Occidental I , Mancha Occidental II y Rus Valdelobos) ha ganado algo más de 18 metros desde el año 2009, lo que significa que en estos últimos cinco años ha recuperado 2.250 hectómetros cúbicos de agua, según los datos aportados por el Instituto Geológico y Minero de España (IGME).

El jefe de Infraestructura Hidrologeológica del IGME, Miguel Mejías, explica que la recuperación del Acuífero 23 se ha ido produciendo de forma gradual conforme se han sucedido los años húmedos. Así, para conocer la evolución de lo que se considera una de las piezas clave del sistema hidrológico de la Cuenca Alta del Guadiana, el Instituto estudia «los periodos de aguas altas de cada año», que corresponden al mes de marzo, mediante la medición de la profundidad del nivel del agua en los pozos. De tal forma, que si se compara marzo de 2013 con el de 2014, el acuífero ha subido tres metros en un año.

Una situación que Mejías califica de «extraordinaria» y que demuestra la buena situación que el acuífero está viviendo en los últimos años y que ha motivado, recuerda, que el río Guadiana continúe corriendo por el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. El cauce del Guadiana entró en las Tablas a finales de 2012. Una imagen que no se producía desde 1986 y a la que contribuyó la recuperación del nivel freático del Acuífero 23. Pero, «a pesar de que son muchas las zonas encharcadas, aún hay tramos sin agua», como es el caso, apunta, «de su nacimiento, en torno a la carretera de Daimiel, hacia el parque nacional». Así, para que se vean manar los Ojos del Guadiana, aquellos que daban lugar al río y que se secaron por completo en 1983, el acuífero tendría que recuperar unos 300 hectómetros cúbicos, lo que equivale a dos metros y medio más, para que «todo vuelva a funcionar de manera natural».

La recuperación del acuífero se ve influenciada por la climatología y por las extracciones de agua, por lo que su recarga se produce básicamente por las lluvias y los aportes de agua de los ríos, especialmente de los que nacen en Campo de Montiel (Guadiana y  Azuer). Durante años, la superficie regada se incrementó de manera considerable hasta alcanzar en el año 1995, la «peor situación histórica con respecto a su vaciado» que registraba el almacenamiento de la unidad hidrológica. En aquel año, según los datos registrados por el Instituto Geológico y Minero, se cifraba un vaciado de 3.750 hectómetros cúbicos mientras el actual es «sólo de 350», lo que demuestra, argumenta Mejías, «que estamos en diez veces menos». Una situación «espectacular», pues desde entonces, desde 1995, el acuífero ha recuperado una media de 30 metros de agua subterránea. (Más información en la edición impresa)