El tejido empresarial suma casi 700 empresas más en un año

R. Ch. / I. B.
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El sector agrario suma 522 nuevos negocios con alta en la Seguridad Social a lo largo del pasado año aunque la provincia sumó actividad en todos sus perfiles productivos, tanto en la construcción, como los servicios y en menor medida la industria

El tejido empresarial suma casi 700 empresas más en un año

Ciudad Real continuó ganando tejido empresarial durante el pasado 2018, y van cuatro años seguidos, tomando como referencia el número de sociedades que aparecen dadas de alta en las estadísticas de la Seguridad Social. El empresariado ciudadrealeño saca músculo, apoyado, fundamentalmente, en el sector agrícola, que es el que experimentó el mayor incremento de todos los sectores productivos (más de 500 en apenas un año) según las estadísticas del Ministerio de Empleo que sitúan a Ciudad Real en las cifras más altas de empresas de lo que va de siglo.

De hecho, la provincia puede presumir de contar con ‘números verdes’ en el tejido productivo de todos y cada uno de los sectores en los que la Seguridad Social clasifica las empresas dadas de alta. Ciudad Real sumó empresas en todos sus perfiles productivos, encabezados por el campo, seguido por la construcción (+69), los servicios (+61) y en menor medida la industria (+23).

Estadísticas que sirven para que la Fecir saque pecho, como también hacía esta semana el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que hablaba de un récord en la creación de empresas, «con reconocimiento incluido de la CEOE (Confederación Española de Organizaciones Empresariales)». Precisamente, desde la patronal ciudadrealeña, su presidente, Carlos Marín, calificaba estos datos de la estadística de la Seguridad Social como una «excelente noticia» que consolida un ciclo de crecimiento del tejido empresarial de la provincia y que es fruto, destacó, trabajo de pymes, autónomos y empresarios en general de la provincia. En esta línea, Marín defendió que «la mejor política social es tener un empleo» y abogó porque las administraciones «cuiden a los que generamos trabajo» para dar «un toque de atención» para frenar medidas que encarecen los costes laborales y que «pueden frenar estos años de subidas».

Ayer mismo, el presidente nacional de CEOE, Antonio Garamendi, abogaba por el control y el rigor presupuestario y avisaba también de una posible subida de impuestos a las empresas, ya que ello «rompería la competitividad del país» y perjudicaría a la economía española.

Además, hace unas semanas, en su balance de fin de año, la Confederación de Empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam) tras calificar 2018 como «un año positivo en lo económico», activaba la señal de alarma ante una desaceleración de la actividad a medida que avanzó el año poniendo sobre la mesa su preocupación por la «ralentización» de la economía. Cecam destacó que la economía en general, y en particular la de Castilla-La Mancha, comenzó registrando datos positivos, pero ese crecimiento se fue aminorando según avanzaba 2018 y alertaba de la existencia de diversos factores que, a su juicio, «condicionan negativamente» las expectativas de crecimiento para el próximo año.

Eso sí, esas perspectivas no impiden que los resultados empresariales acompañen. De hecho, desde 2015, cuando la provincia abrió su ciclo de incremento del tejido empresarial, comenzaron a asomar las cifras económicas que marcaban signos de recuperación, una salida de la crisis que se iba a consolidar en los años 2016 y 2017, y que se apuntaló también en 2018. Bajó el paro, subieron los salarios y creció también la facturación de las grandes empresas de Ciudad Real, que en el año 2017 superaron con creces los 2.500 millones de euros y aumentaron sus ventas en 384 millones de euros con respecto al ejercicio anterior. Así lo recoge el último informe de Infocif a partir de las últimas auditorías de las grandes empresas ciudadrealeñas, que sitúa a Vestas, en Daimiel, como la sociedad con un mayor volumen de facturación en el ejercicio 2017, superando los 880 millones de euros gracias, entre otras cosas, a la irrupción de Vestas y su facturación en territorio provincial.

Ese buen estado de la salud empresarial repercute también directamente en la generación de empleo. Además de medir el número de empresas cotizantes, el Ministerio de Empleo también daba a conocer las cifras de trabajadores dados de alta: 112.633 a fecha de diciembre de 2018, lo que supone 5.400 más que un año antes y también el cuarto año consecutivo en el que el balance del cierre de un ejercicio mejora las cifras del anterior.

La evolución del sector agrario es, también aquí, el que mejor explica esa mejora del empleo, ya que la ocupación crece en 2.766 personas, mientras que el año pasado ese aumento de la mano de obra se contabilizó en el sector servicios, que este año también deja mejores cifras de empleo, pero más moderadas, de 2.659 trabajadores más se pasa a 1.510. También la industria y la construcción aportan cifras positivas en el balance de fin de año, con más de 500 nuevos trabajadores dados de alta en la Seguridad Social.