La provincia, indemne a la brucelosis ovina y caprina

A. Criado
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La Comisión Europea ha declarado a varios territorios españoles como oficialmente indemnes de tuberculosis y brucelosis bovina y de brucelosis ovina y caprina, entre ellas y en este último apartado a la provincia de Ciudad Real

La provincia, indemne a la brucelosis ovina y caprina - Foto: PABLO LORENTE

La Comisión Europea (CE), a través de una decisión de ejecución, ha declarado a varios territorios españoles como oficialmente indemnes de tuberculosis y brucelosis bovina y de brucelosis ovina y caprina, entre ellas y en este último apartado a la provincia de Ciudad Real, que sigue dando pasos en positivo en la erradicación de enfermedades animales. En declaraciones a La Tribuna, José Ramón Caballero, presidente del Colegio de Veterinarios de Ciudad Real, afirmó que se trata de una buena noticia que pone de manifiesto «la evolución lógica y positiva de los últimos dos años» en materia de sanidad animal. Y es que los últimos datos incluidos en los programas nacionales de control, vigilancia y erradicación de enfermedades animales en Castilla-La Mancha ya revelaron que todo el territorio regional era indemne a la brucelosis bovina, una enfermedad que también se transmite al hombre y que provoca en estos animales abortos, retención de placenta y producción de crías débiles. En lo que a la brucelosis ovina y caprina se refiere, la resolución de la Consejería de Agricultura para 2018 calificaba a Ciudad Real como «zona de prevalencia cero», es decir, donde todavía podían salir algunos casos que eran necesarios controlar con un chequeo anual de un tercio de las explotaciones. Ahora, según la última decisión de Bruselas, la provincia es por fin indemne a esta enfermedad. No obstante, Caballero hizo hincapié en que se mantiene una «vigilancia pasiva» y si se sospecha de un posible caso por parte de los ganaderos, veterinarios o la autoridad sanitaria, se establecen medidas correctoras para su rápida erradicación. «Esta noticia es muy buena para el sector porque se ofrece al exterior una buena imagen que ayuda a aumentar las exportaciones», apostilla. La asignatura pendiente sigue siendo la tuberculosis bovina, un problema que afecta a toda Castilla-La Mancha, pero especialmente a Ciudad Real, que en 2018 contaba con ocho comarcas catalogadas como zonas de alta prevalencia. «El objetivo es también la erradicación, pero esto es un proceso en el que hay que ir paso a paso, ya que cuesta mucho tiempo, esfuerzo y dinero», sentenció José Ramón Caballero.