El Ayuntamiento de Daimiel afronta la recta final de la legislatura con optimismo. La situación dista todavía mucho de ser la ideal, pero el equipo de Gobierno de Leopoldo Sierra comienza a ver la luz al final de túnel. El Ejecutivo popular «heredó» en 2011 una deuda de 38 millones de euros y, siete años después, el alcalde está convencido de poder situar esta cifra por debajo de los 20 millones al término del presente mandato, es decir, rebajarla prácticamente a la mitad. La inminente liquidación de Emumasa, el reciente convenio suscrito con el Instituto de Finanzas de Castilla-La Mancha y una gestión austera han propiciado esta paulatina recuperación de las arcas municipales.
Sierra, en declaraciones a La Tribuna, apunta al 30 de de junio de 2042 como la fecha en la que el Ayuntamiento de Daimiel «acabará de pagar la deuda heredada de la mala gestión de los gobiernos socialistas». Y lo hará gracias al convenio firmado hace unos días con el Instituto de Finanzas de Castilla-La Mancha para refinanciar la deuda contraída por el Consistorio (7,4 millones de euros) para la construcción de dos polígonos industriales. «Nos dan un tipo fijo del 1,5% y cuatro años de carencia, por lo que a partir de 2022 comenzaremos a pagar anualidades de 455.000 euros, que se sumarán al resto de préstamos pendientes», apostilla el regidor.
La otra gran noticia económica prevista para este segundo semestre es la liquidación definitiva de la Empresa Municipal de Urbanismo y Medio Ambiente SA (Emumasa). Tras llegar a un acuerdo con las entidades financieras Globalcaja, Bankia y Liberbank, Leopoldo Sierra asegura que la firma de una dación en pago de unos terrenos industriales a favor de la Empresa Pública Gestión de Infraestructuras de Castilla-La Mancha (Gicaman), el último acreedor, se encuentra «a falta de unos flecos». «Existe buena disposición por parte de la empresa (adscrita a la Consejería de Fomento) y todo podría quedar resuelto en otoño», precisa el alcalde.
Una vez que se cierre este acuerdo, el Ayuntamiento de Daimiel estará en condiciones de rebajar su límite de endeudamiento por debajo del 110%, «cuando no hace mucho estábamos en el 186%». Y lo más importante, el Consistorio podrá acudir por fin a financiación externa después de muchos años, «acceder a crédito en momentos puntuales de tensión de liquidez para afrontar inversiones que redunden en el beneficio de los vecinos de la localidad».
En este escenario y manteniendo el ritmo de amortización de deuda de dos millones por año, el equipo de Gobierno del Partido Popular está en disposición de cumplir el objetivo de situar la deuda municipal por debajo de los 20 millones al término de esta legislatura, lo que significa reducir prácticamente a la mitad los 38 millones «heredados» tras las elecciones de 2011.
proyectos. Sin la posibilidad de contar con la ayuda externa de las entidades financieras, Sierra hace hincapié en que las inversiones se limitado básicamente a los fondos procedentes de otras administraciones. En este punto, el alcalde dijo que «es muy triste que en pleno mes de agosto sigamos esperando el plan de empleo de la Junta de Comunidades», algo que no sucedía, enfatiza, «con los planes propios de la Diputación». Sin personal suficiente para llevar a cabo obras como el arreglo de aceras y caminos rurales, asfaltado de calles y saneamiento, «el Ayuntamiento ha tenido que invertir el poco dinero que tiene en planes de empleo municipales».
A pesar de este contexto, Sierra subraya que, «con esfuerzo», han conseguido sacar adelante proyectos importantes para la ciudad, destacando especialmente aquellas que están relacionadas con el patrimonio y el turismo. Apunta, por ejemplo, a la potenciación de la Motilla del Azuer, las obras de restauración del Puente Viejo, el mantenimiento de las antiguas caleras y, sobre todo, la puesta en valor de la laguna de Navaseca, «un orgullo para la ciudad y sus vecinos». En estas materias subraya dos proyectos más: las obras de accesibilidad en la plaza de la Paz, con la colocación de una rampa para que los daimieleños puedan visitar sin problemas a Nuestro Padre Jesús Nazareno, y un aparcamiento de autocaravanas, «muy demandado por el sector y que será una realidad este otoño».
«El trabajo de este equipo de Gobierno comenzó en junio de 2015 y no parará hasta mayo de 2019, independientemente de la campaña electoral», asevera Leopoldo Sierra para enfatizar que el Ejecutivo local «no está para obras faraónicas ni colocación de plaquitas, sino para servir a los ciudadanos». En este sentido, el alcalde desvela que su mayor satisfacción será «dejar las arcas municipales mucho mejor que cuando llegamos al Gobierno».