Cerca de 7.000 recién nacidos fallecen cada día en el mundo

SPC
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Un bebé del África subsahariana y el sur de Asia tiene hasta nueve veces menos posibilidades de sobrevivir que el que ve la luz en un Estado desarrollado como Japón, EEUU o uno de la UE

Cerca de 7.000 recién nacidos fallecen cada día en el mundo - Foto: AFOLABI SOTUNDE

La supervivencia de muchos niños y recién nacidos en aquellos países no desarrollados es dramática, según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), que alerta de que cerca  de 7.000 bebés mueren cada día en todo el mundo. Con la doble tragedia de que una gran cantidad de ellos nacen sin haber llegado a tener un nombre, porque los padres piensan que así será más fácil de olvidar su fallecimiento si no sobreviven durante su primer mes de vida. 

«Los primeros 30 días son los más cruciales para la supervivencia infantil, sin embargo, cada año, 2,5 millones de niños mueren antes de cumplirlo», explica la agencia de la ONU, que hace hincapié en la necesidad de adoptar «medidas urgentes» para evitar la pérdida de cerca de 28 millones de recién nacidos «de aquí a 2030, la mayoría a causa de nacimientos prematuros, complicaciones durante el parto o infecciones como sepsis, neumonía o meningitis». 

Además, se da la circunstancia de que el 80 por ciento de estos bebés en riesgo -unos 5.600 cada día- puede salvarse gracias a «soluciones sencillas y de bajo coste» como «una vacuna, una mosquitera, una manta térmica o un antibiótico». 

Con el fin de intentar detener esa coyuntura, el comité de Unicef en España ha puesto en marcha la iniciativa #UnNombreUnaVida. 

«Para conseguirlo se necesitan más recursos que permitan implementar las medidas necesarias. Por ejemplo, con tan solo un euro se puede vacunar a dos niños contra la polio; con dos euros se puede inmunizar a cuatro madres contra el tétanos y así evitar la transmisión al neonato; y con cinco euros se pueden suministrar 25 pastillas de jabón, que garantizan una higiene mínima durante el parto». 

La intención de Unicef con esta iniciativa de dar un nombre a cada bebé que nace es ofrecer un paso más en la llamada de alerta sobre la muerte de recién nacidos en el mundo. «Ahora animamos a toda la sociedad a que se una a nosotros y nos ayude a conseguir que todos los niños, nazcan donde nazcan, tengan un nombre y una vida por delante. Sabemos que se volcarán con esta causa», señala el director del comité español, Javier Martos. 

Mientras, el África subsahariana y el sur de Asia tienen las tasas de mortalidad neonatal más altas del mundo, con 27 y 26 muertes por cada 1.000 nacidos vivos, respectivamente, y los bebés que vienen al mundo allí tienen nueve veces más probabilidades de morir que los que nacen en países de renta alta como EEUU o la UE.

Esta media asciende a hasta 50 posibilidades más de morir si se compara la nación con la tasa de mortalidad neonatal más alta, Pakistán (donde muere uno de cada 23 bebés nacidos vivos), con Japón, donde fallece uno de cada 1.100. En España, la tasa de mortalidad es de dos niños por cada 1.000 nacidos vivos. 

En el marco de la campaña #RetoUnNombreUnaVida, Unicef envió a la pediatra y escritora Lucía Galán Bertrand y a la nutricionista y doctora en Farmacia Marián García a Níger, el Estado más pobre del mundo y con 11,7 millones de niños afrontando una vida complicada con problemas como la desnutrición. Desde Níger, ambas recordaron que no debemos olvidarnos de aquellos pequeños sin nombre.