La Semana Santa de Ciudad Real vive cada año uno de sus momentos más especiales en la tarde del Jueves Santo cuando la Virgen de los Dolores, la 'reina' del Perchel, hace su entrada en la plaza de Santiago, en su barrio, donde la devoción por la Dolorosa no entiende de generaciones.

En esta plaza, junto a la parroquia en la que pasa el resto del año, la Dolorosa de Santiago se siente querida y eso se refleja en su caminar, en el paso seguro y afianzado de los 35 hermanos que portan el paso a costal y que en este emplazamiento realizan una maniobra para situar el palio frente a las Hermanas de la Cruz que le dedican un canto a la Madre de Dios.

La Dolorosa de Santiago, que fue recibida a la salida del guardapasos con pétalos de rosas, cierra cada Jueves Santo la Pasionaria de Santiago, que pone en la calle a cuatro hermandades penitenciales de las 24 que conforman la Semana Santa de Ciudad Real. Delante de ella procesionan la Santa Cena, el Ecce Homo o Pilatos y Longinos o el Cristo de la Caridad.

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