La Hermandad del Ecce Homo, más conocida como Pilatos, regresó este Jueves Santo, en parte, a su recorrido tradicional dentro de la pasionaria de Santiago. A las seis y media de la tarde, bajo un sol radiante y con mucho público expectante a las puertas del guardapasos, el estandarte guía, acompañado de la Banda Infantil de Tambores y Cornetas de la cofradía, inició el cortejo procesional por la calle Quevedo precediendo a la imagen del Niño Jesús.

A continuación, imponente, comenzó su recorrido el misterio de la Presentación de Jesús al pueblo, portado a dos hombros por 32 hermanos, con las imágenes de Cristo, que cumple 70 años de su primera salida en la Semana Santa de Ciudad Real, Pilatos y un soldado romano (Antonio Illanes, 1944), y un escriba y un niño con la palangana, obra de Antonio Lastrucci (1949).

Justo después de su paso por el estrecho pasaje de La Merced, en la calle Toledo, la hermandad de Pilatos, que ya estaba fundada en el año 1727, realizó un emotivo saludo, sin tambor, en honor a dos insignes cofrades: Vicente Castillo y su hijo. Además, también en esta céntrica calle, en la esquina con Vía Crucis, se llevó a cabo una maniobra de honor a los costaleros fallecidos.

Imágenes de Jueves Santo. La Santa Cena, Pilatos, Cristo de la Caridad y La Dolorosa de Santiago por las calles de Ciudad Real./ - Foto: PABLO LORENTE Desde allí, el cortejo procesional continuó su recorrido por la plaza Mayor, Carlos Vázquez y Paloma para callejear después hasta regresar al guardapasos alrededor de la medianoche.