Que ella trabaje y él no aumenta la posibilidad de maltrato

SPC
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Un estudio publicado por Funcas refleja la necesidad de promover valores educativos en igualdad para que en España no siga imperando «el rol de proveedor masculino en el hogar»

La radiografía acerca de la violencia de género en España suma un nueva evidencia gracias al informe  de la Fundación de las Cajas de Ahorro (Funcas) el cual afirma que las mujeres españolas cuya pareja trabaja son menos vulnerables a sufrir violencia de género que aquellas cuyos cónyuges no tienen empleo, una probabilidad de maltrato que se reduce a menos de la mitad.

En este mismo estudio, donde se analizan las brechas de género para «identificar los problemas y mejorar las situaciones perjudiciales tanto para las mujeres como para el conjunto de la sociedad», se asevera que el efecto que tiene que una mujer trabaje y sufra malos tratos depende de la condición laboral de su pareja, por lo que pide que se promueva la igualdad de género en educación para que no siga imperando «el rol de proveedor masculino del hogar» en España.

El término sociológico blacklash -el rol cultural en el que el hombre debe ser el principal proveedor en el hogar- es el que impide que el «empoderamiento femenino laboral» no evite la violencia de género.

Los profesores de la Universidad Carlos III de Madrid, Raquel Carrasco y César Alonso-Borrego, encargados de analizar la violencia de género con la variante del empleo, concluyen que son los matrimonio en los que la mujer trabaja y el hombre no lo hace «los que presentan una mayor probabilidad de violencia doméstica». Asimismo, aseguran que las parejas igualitarias en características socioeconómicas son «más proclives» a cuestionar los roles tradicionales de género, «muy especialmente a los relativos al papel dominante del varón», mientras que las «tradicionales» mantienen la ideología de género. Además, observaron que las mujeres víctimas del maltrato tienen «un promedio mayor de edad y menor nivel educativo frente a aquellas que no lo sufre».

Por otro lado, los investigadores destacaron que el menor riesgo de violencia de género se da «en aquellas parejas más igualitarias donde sus dos miembros trabajan», y subrayaron que «la probabilidad del maltrato físico se reduce a la mitad si la mujer no trabaja, y del cuatro por ciento al uno si la mujer trabaja».