Un misterio sin resolver

SPC
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La Justicia portuguesa reabrió hace cinco años la investigación sobre la pequeña Madeleine a la espera de nuevos datos aún desconocidos

Una década después de que la Justicia lusa archivase el caso de Madeleine McCann, la niña británica que desapareció en 2007 mientras veraneaba con sus padres en el Algarve, el misterio sigue abierto en Portugal, donde las autoridades analizan los indicios que obligaron a reabrir el caso hace un lustro, y que todavía no han arrojado resultados.

La investigación avanza con total hermetismo por parte de la Policía Judicial y la Fiscalía del país vecino, quienes inesperadamente volvieron a abrir el caso hace cinco años al encontrar nuevas pistas. «No puede haber ningún tipo de balance hasta que la investigación esté concluida», comentó ayer una fuente para explicar el silencio de las autoridades, muy escarmentadas tras el mediático primer proceso.

La desaparición de Maddie, que se esfumó de la habitación en la que dormía junto a sus hermanos, mientras sus padres cenaban con unos amigos a pocos metros de distancia, es una obsesión en Portugal, donde se dio carpetazo al tema tras 14 meses de investigación que dieron la vuelta al mundo. «No se han obtenido pruebas de la práctica de delito», concluía el 21 de julio de 2008 la Fiscalía en un comunicado en el que anunciaba el archivo de la causa, envuelta en polémica después de que los investigadores lusos sospechasen de los padres, Kate y Gerry McCann. El Ministerio Público acabó por librarles de culpa a ellos y a un tercer sospechoso, y evitó aclarar algunos aspectos que habían desatado los recelos hacia el matrimonio McCann. Por ejemplo, los vestigios de sangre y de presencia de un cadáver en su domicilio, así como en el maletero del automóvil que alquilaron tras perder a su hija. La Fiscalía tampoco comentó  los análisis de ADN realizados a esos restos, que  podían pertenecer a la niña.

En marzo de 2011 un grupo de policías de Oporto volvió sobre los pasos de los primeros detectives, revisándolo todo para, sin la presión mediática, poder profundizar sobre la información obtenida.

Por ahora, no ha trascendido qué fue lo que encontraron estos agentes, cuya investigación fue paralela a la realizada por Scotland Yard, que llegó a divulgar el retrato robot de dos posibles testigos.