Con unas condiciones meteorológicas que han cambiado el guión con respecto a lo que solían ser las últimas semanas santas, el tiempo en abril está dejando valores más cercanos al inicio del verano que los que deberían corresponder a los meses de transición antes de que se produzca la entrada oficial de la estación, que se producirá, este año, el sábado 21 de junio, a las 12.51 horas.
De hecho, hace poco más de una semana, el jueves día 10, la capital superó por primera vez en lo que va de año los 30 grados, hasta alcanzar los 31,4, cuando lo habitual a estas alturas de abril es que los termómetros marquen valores máximos que no superan los 20 grados.
Sin embargo, este calor que ha amagado con adelantar el verano no está teniendo ningún tipo de efecto en las reservas hidrológicas que almacenan los embalses de los que bebe la provincia y la capital. De hecho, según los datos del último boletín hidrológico semanal que confecciona el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, el que denomina como sistema de embalses de abastecimiento a Ciudad Real presenta los mejores datos de reserva de agua desde 2005, excluyendo el pasado 2013 en el que se batieron todos los records de precipitaciones en una primavera que rompió moldes.
La buena noticia es que este año, sin haber llovido tanto como el anterior, cuando se registraron verdaderos problemas, con víctimas mortales incluso por la fuerza de la lluvia que llegó a arrasar con puentes, los pantanos están igual de llenos. El sistema de abastecimiento de la capital apenas tiene un hectómetro cúbico menos que el año pasado y en la suma de todos los pantanos de la cuenca del Guadiana de la provincia hay sólo cuatro hectómetros cúbicos que echar en falta, cuando, eso sí, en 2013 las precipitaciones que se recogieron en esos mismos embalses fueron bastante superiores a los de este 2014: 3.377,3 metros cúbicos por los 1.840,2 de este ejercicio, esto es, ha llovido un 45 por ciento menos.
Pese a todo, Ciudad Real tiene absolutamente garantizado su suministro que, además, teniendo en cuenta el 'gasto' por consumo y evaporación que se produce hasta el final del verano -la reserva suele bajar unos 50 hectómetros cúbicos hasta finales de septiembre- dejará a Ciudad Real con, aproximadamente, unos 165 hectómetros cuando se despida la estación más seca del año.
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