Humor bien alimentado

Raquel Santamarta
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La alimentación influye en el estado de ánimo • La vitamina B1 ayuda a elevar los niveles de serotonina, fundamental en la dieta de la felicidad

Un niño come un planto de lentejas en un comedor infantil. / - Foto: PABLO LORENTE

No existen pócimas mágicas, ni siquiera la de Panorámix, para afrontar la vida con humor. Pero si se puede echar mano de determinados alimentos para elevar el estado de ánimo, según asegura la nutricionista y dietista Blanca Calatayud. «No hay duda de que el placer de comer puede mejorar nuestro bienestar. Sin embargo, el potente efecto positivo derivado de aquello que nos gusta pero que no deberíamos llevarnos a la boca puede verse disminuido por el sentimiento de culpa. Por tanto, hay que intentar desarrollar una relación sana con la comida para así poder permitirnos un capricho de vez en cuando», expone. Y es que ya se sabe: la mejor forma de librarse de la tentación es (no) caer en ella.

Está demostrado científicamente que la serotonina juega un papel importante en el control de las emociones hasta el punto de ayudar a decidir si nos parece que el vaso está medio vacío o medio lleno. «La vitamina B1 o tiamina, presente en los cereales integrales y los frutos secos crudos, es necesaria para que el cerebro produzca este neurotransmisor», precisa la experta incidiendo en que, según un estudio dado a conocer en la revista Journal of Health Psychology, «los días en que comemos más frutas y verduras nos sentimos más relajados, más felices y con más energía».

La tristeza crónica también puede achacarse a bajos niveles de treonina, un aminoácido esencial que tiene la función de ayudar al hígado en sus funciones generales de desintoxicación. «Este desequilibro, tal y como demostraron hace poco científicos del Princenton Brain Bio Institute, se puede combatir añadiendo a la dieta un puñado de semillas de sésamo», pone de relieve Calatayud incidiendo asimismo en que las pipas de calabaza son ricas en zinc, un mineral que mantiene a las neuronas vivas y que es necesario para convertir el aminoácido triptófano en serotonina. «Se encuentra principalmente en plátanos, aguacates, huevos, frutos secos crudos y el chocolate negro», afirma.

 

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