Entrevita a Alfonso Montoro

Ignacio Ballestero
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«La provincia no es segura para los motoristas, rozamos el aprobado como el resto del país; todas las carreteras necesitan mejoras»

Suponen un colectivo muy particular que requiere de unas medidas de seguridad que, por el momento, no se están cumpliendo. El propio Ministerio de Fomento reconocía esta semana a La Tribuna que en las carreteras de la provincia aún hay más de 92 kilómetros de guardarraíles montados sobre sistemas IPN, prohibidos desde el año 2005. Pero Alfonso José Montoro no sólo apunta a la responsabilidad de terceros, sino que hace autocrítica sobre algunas actitudes del colectivo que hay que desterrar.

¿Tiene la sensación de que la carretera está pensada, en materia de seguridad, también para aquellos que circulan en moto?

Hay que entender que la seguridad de los moteros depende de terceros, pero buena parte también de cada uno. Tienen que prever una seguridad pasiva con la que ellos se tienen que proteger. El reglamento te dice que es obligatorio el casco, nosotros recomendamos guantes, chaqueta, pantalón y bota. Hay una premisa que dice que es preferible sudar antes que sangrar, aunque en verano hace calor y hay muchos que no se ponen la ropa. Muchas veces pienso que somos muy egoístas y no miramos ni por uno mismo. La seguridad pasiva depende de nosotros, pero también está la seguridad que deben facilitarnos las administraciones, y en esa seguridad pretendemos que la carretera esté en buen estado tanto en asfalto como en señalizaciones y protecciones, y que cuente con sistemas como el SPM (Sistema de Protección para Motoristas).

¿Hasta qué punto están instalados esos sistemas? ¿Son suficientes?

Nosotros pedimos el de homologación nivel I, que pretende cubrir el hueco que queda entre la bionda y el asfalto. Normalmente esa protección es flexible para que amortigüe la velocidad y el cuerpo no vaya rebotado hacia la carretera y se pueda producir un atropello. El problema que tenemos es que las administraciones no se han preocupado de formar a los que instalan estos sistemas, porque dando una vuelta por todos los guardarraíles raro es el sistema que está bien montado. Entre chapa y chapa suele haber un gran espacio en el que cabe un miembro del cuerpo, y en el caso de impacto se convierte en una guillotina. Sucede también entre la última chapa y el asfalto, porque se deja un hueco para futuros trabajos de asfaltado. Se pueden instalar sistemas regulables o levantar el asfalto antiguo antes de hacer obras. Siempre hay soluciones para hacerlo bien, pero no se hace casi nunca.

Fomento reconoce que hay casi cien kilómetros en las carreteras que siguen teniendo guardarraíles con sistema IPN.

Es incomprensible que esa situación se mantenga después de que llevan tanto tiempo prohibidos.

 

¿Echa en falta un plan específico que ponga en marcha una retirada total de esos guardarraíles?

La Plataforma Motera está en el GT-52, grupo específico de trabajo de la Dirección General de Tráfico para la seguridad vial. Hace algunas reuniones ya se trató el tema, allá por el año 2009, y se puso sobre la mesa la necesidad de acometer un cambio de los sistemas de protección, pero no hay dotación económica y se depende mucho de los presupuestos. Empezaron a hacerlo y fue una catástrofe total, porque los montaron mal ya que no habían invertido en formación, con lo cual salía más caro desmontar y montar que ponerlos nuevos. No sé quién fue quien aportó la idea entonces, pero la máxima fue dejarlos así y sustituirlos conforme se acometían actuaciones en las diferentes carreteras. Ahora cada vez que se hace carretera nueva el presupuesto de la constructora tiene que incluir esos quitamiedos, pero creemos que la diferencia entre que lo acometa la constructora y que se pueda hacer sin esperar a través de una subcontrata no es tanta como para no hacerlo. En España somos el país que más invierte en seguridad para motoristas y seguridad vial de toda Europa, y se exporta muchísimo de los que hacemos a países como Francia, Holanda o los países del este; pero se queda aquí un 5 por ciento o menos, lo que no vendemos en Europa.

¿Entiende que la seguridad esté supeditada a motivos económicos?

No. Es imposible de entender pero así es, estamos a expensas de los presupuestos en este sentido. Pero creo que es algo que no es particular de los motoristas, sino que es común a todos los vehículos.