En materia medioambiental, todas las miradas apuntan al diésel. Los vehículos que usan gasóleo para su funcionamiento están en el centro de todas las dianas. Basta con poner el cualquier buscador de internet la palabra ‘diésel’ y activar las noticias para ver que, como sucedía antiguamente con Roma, todos los caminos conducen a estos vehículos y hay pocos que deparen buenas noticias:planteamiento de subidas fiscales, endurecimiento de las condiciones para pasar la ITV, restricciones a la circulación, subidas en el gravamen regional de las gasolinas. Por eso, aquellos que se acercan a los concesionarios de coches para tratar de adquirir un nuevo vehículo están invirtiendo una tendencia que duraba años en favor de los vehículos diésel para decantarse por coches de gasolina, que en sólo medio año han batido sus marcas de ventas de años completos como 2015, 2014, 2013 o 2012. De hecho, y según las cifras de la Dirección General de Tráfico consultadas por La Tribuna, en los seis primeros meses del año se han matriculado en la provincia casi tantos coches de gasolina como vehículos diésel, pese a que el año pasado a estas alturas los concesionarios habían vendido prácticamente un millar más de vehículos de gasóleo.