19 lagunas del Campo de Calatrava sin agua por pocas lluvias

Ana Pobes
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El Grupo de Investigación Geomorfología, Territorio y Paisaje estudia 27 de las 65 lagunas 'calatravas'. Sólo ocho despidieron el año con superficie encharcada .

Laguna La Posadilla, en Valverde. - Foto: Pablo Lorente

La provincia cuenta con alrededor de un centenar de lagunas, de las que alrededor de sesenta y cinco se ubican en el Campo de Calatrava. El  Grupo de Investigación Geomorfología, Territorio y Paisaje en Regiones Volcánicas (Geovol) estudia con detenimiento 27 de esas lagunas ‘calatravas’, donde no solo controla su situación hídrica sino también el censo de aves. El último estudio, a fecha del 30 de noviembre, refleja que de esas casi treinta lagunas solo ocho tenían agua. El resto, diecinueve, se encontraban totalmente secas.

La situación apenas ha cambiado un mes más tarde. Las lagunas secas lo seguían estando a finales de año, y las que contaban con superficie encharcada despidieron 2018 con un notable descenso en el nivel del agua. El motivo, explica a La Tribuna Rafael Gosálvez, profesor de Geografía y miembro de Geovol, la escasez de precipitaciones. «Justamente llevamos un mes y unos días en los que no ha caído prácticamente ni una gota de agua», lamenta. Y es que, en un mes, puntualiza, solo han caído seis litros, «y eso es prácticamente nada», teniendo en cuenta además que «diciembre no ha sido un mes frío, sino más bien caluroso». Y eso, continúa, ha provocado un descenso en el nivel del agua, principalmente en ‘las calatravas’, y ha evitado el llenado de todas.

El estado óptimo de las lagunas depende, y mucho, de las condiciones metereorológicas. Fiel reflejo de ello es que en años hidrológicos «muy buenos» como fue el del 2009-2010 o el del 1995-1996, en los que se registraron abundantes precipitaciones, «prácticamente todas se encontraban funcionando». Pero eso no es fácil. Contemplar esta imagen supone tener un año importante de lluvias, y desde entonces no ha caído agua suficiente para ello. Se trata de algo casi imposible. De ahí que el  Grupo de Investigación Geomorfología, Territorio y Paisaje en Regiones Volcánicas (Geovol) estudie solo 27 de las más de 60 lagunas que ofrece el Campo de Calatrava, pues generalmente, añade Gosálvez, el resto, hasta las 65, «solo cogen agua cuando llueve mucho», por lo que es poco frecuente ver su superficie encharcada.        

Atrás quedaron estos años de abundantes lluvias, pero también aquellos  de extrema sequía como ocurrió en el año 2005, cuando en Ciudad Real solo cayeron 165 litros por metro cuadrado, (la media se sitúa en unos 400 litros por metro cuadrado), lo que provocó un paisaje desolador con «todas las lagunas secas», incluso, recuerda, el Parque Nacional de Las Tablas de Daimiel. Ahora, la situación es diferente pero a pesar de ello diecinueve lagunas despidieron el año «sin nada de agua» a pesar de las precipitaciones del otoño. Es el caso por ejemplo de las lagunas de Caracuel, Villamayor de Calatrava, Moral de Calatrava o Cañada de Calatrava, entre otras.

Frente a ellas, las que cuentan con agua. En esta situación se encuentra la laguna Blanca de Argamasilla de Calatrava, que en noviembre contaba con aves y cerró el año sin ninguna por falta de agua suficiente. Situación muy similar vive también en la actualidad la laguna La Posadilla, ubicada en el término municipal de Valverde, donde tampoco hay presencia de aves y ofrece una lámina «muy débil» de superficie encharcada que deja entrever los cantos.  Así, con los datos encima de la mesa, Gosálvez destaca La Inesperada de Pozuelo de Calatrava, que ofrece diferentes especies de aves y su situación «es bastante buena, aunque no es su mejor momento». Junto a ellas, otras cinco lagunas más de las denominadas ‘calatravas’ que cerraron 2018 con parte de su superficie cubierta. Y es que, la presencia de aves también tiene un detonante importante para conocer la situación que atraviesan las lagunas. Factor que también estudian desde Geovol.