Sólo los campeones inconformistas y ambiciosos tuercen el gesto aunque en su cuello luzca una medalla. Uno de ellos es Héctor Monteagudo (CN Terrasa), que regresa desde Málaga a Ciudad Real con un bronce en los 50 braza en los del Campeonato de España Absoluto Open de primavera, pero también con «sensaciones bastante malas». El ex del CNCiudad Real se mostraba ayer contrariado con los tiempos «malos» que realizó, tanto en los 100 braza (1:03.20) como en los 50 braza (28.53), muy lejos de sus mejores marcas y también de las exigentes mínimas para poder acudir al Mundial de Kazán (1:00.44 y 27.36).  

«He tenido las peores sensaciones desde hace años, y no sé muy bien por qué. He entrenado mucho y con mucha calidad. Sabía que las mínimas mundialistas no eran un objetivo real para mí, pero no esperaba hacer marcas que no hacía hace años. Me sentía bien durante toda la prueba, pero cuando terminaba y miraba el cronómetros no me podía creer haber hecho marcas tan malas. No sé si será por el cambio en los entrenamientos, o simple cuestión de tiempo. El deporte tiene estas cosas, y creo que con un poco de paciencia las cosas volverán a salirme», analiza.

el lado bueno. Sin esconder su frustración, Héctor Monteagudo hace un esfuerzo para quedarse con el lado positivo de este mal trago en Málaga. Y es que, «aun haciéndolo mal, sigo entre los mejores de España». No en vano, el ciudadrealeño fue el mejor nacional en los 50 braza (sólo le superaron el uruguayo Martín Melconian y el italiano Ivano Pizzolla), y el sexto mejor en los 100 braza.