«Nuestra integridad física estaba en peligro»

Manuel Espadas
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El encuentro de la jornada 25 en Tercera División de fútbol sala entre Bargas y Renacer Argamasilla quedó suspendido al descanso, cuando los locales vencían por 3-0, al negarse los visitantes a salir de nuevo a la pista del pabellón El Balcón de la localidad toledana «porque nuestra integridad física estaba en peligro». Así lo justifica Ángel Valverde, entrenador y directivo de un conjunto que tuvo que abandonar la instalación escoltado por la Guardia Civil ante la actitud hostil de un buen grupo de aficionados locales que, después de estar durante los primeros 20 minutos de juego insultando y amenazando a los argamasilleros, al descanso no dudaron en agolparse en la entrada de vestuarios para escupir e intentar agredirlos, siempre según el relato de Valverde. Una peligrosa situación que llevó a los ciudadrealeños a negarse a salir otra vez a la pista.

«Llevo más de 40 años en el fútbol sala y jamás había visto algo así. Aquello no era deporte. Tomamos la decisión de no jugar la segunda parte porque nuestra integridad física estaba en peligro. En el vestuario había dos jugadores llenos de escupitajos, otro llorando, otro deseando salir para tomarse la justicia por su mano... Avisamos al árbitro de que no íbamos a seguir jugando y después llamamos a la Guardia Civil, que tuvo que pedir refuerzos para escoltarnos ante la actitud que había tomado el público, y en el autobús una acompañante sufrió una pedrada en la cara», explicaba el entrenador del Renacer, club que ya ha enviado un escrito a la Federación regional contando todo lo sucedido. «Nos da igual que nos sancionen o que nos expulsen. Hicimos lo correcto y salimos de allí como pudimos», subraya Ángel Valverde, también crítico con la actitud del técnico del Bargas, Ángel Magán, «que estuvo todo el partido insultando y alentando al público».