Plantarle cara a un gran adversario siempre es complicado, pero hacerlo con un jugador menos puede resultar imposible. La incomprensible expulsión de Valdivia en la segunda parte decantó del lado visitante (0-3) el equilibrado encuentro que hasta el momento estaban protagonizando CD Puertollano y CF Talavera. Con superioridad numérica, los talaveranos no dejaron pasar la oportunidad de sumar tres puntos muy importantes y de mucho prestigio en el Cerrú, un fortín donde los mineros no perdían en Liga desde el 12 de mayo de 2013, en la era Arzeno.
La primera y única alegría de la tarde para la afición local fue encontrar en el once inicial de su equipo a Rubén Gómez, que volvía a defender la elástica azul tras su efímero paso por Almagro. El ‘hijo pródigo’ dejó muestras de su enorme calidad sobre el césped, como en el primer cuarto de hora, cuando controlaba un balón en el lateral del área y, encadenando amagos y recortes, volvía loco a su defensor y ponía el balón en el segundo palo, donde Valdivia, en posición acrobática, remataba demasiado flojo para que esta genial asociación se transformara en gol. Sin embargo, Gómez no estuvo tan acertado en un mal control que le impedía quedarse delante del portero talaverano, o en un mano a mano precisamente con el meta Machuca, al que no conseguía batir después de una fantástica asistencia de Iván Limón.
Ésta última fue la mejor opción de gol de una primera mitad en la que el ‘Puerto’, aun sin tener un control claro del juego, hizo más méritos que un Talavera reservón, más centrado en romper el ritmo de partido con pérdidas de tiempo, confiado en que en algún momento tendría su oportunidad. Su fornido ariete Murci no pudo ganarle nunca la partida al ghanés Joseph, que imponía una y otra vez su espectacular poderío físico en el área local. En estos primeros 45 minutos, los cerámicos apenas inquietaron al portero Casero, si acaso en dos disparos desviados de Pedro Díaz y Murci. Una primera mitad en la que el visitante Prats se jugaba la expulsión al golpear con el codo a Iván Limón, en una fea acción que el colegiado saldaba con amarilla.
El segundo periodo lo comenzaba el Talavera con un cambio, tras la salida al campo de Dani en lugar de Jorge Beltrán, lesionado, y avisando de sus intenciones, con un par de aproximaciones peligrosas, finalizada una de ellas con un cabezazo de Murci que pasaba muy cerca de la escuadra.
roja. Pero el que más hizo por avivar las ilusiones toledanas fue Valdivia. Tras acción de ataque que el colegiado cortaba por mano en el control, el capitán minero era pisado por detrás por Óscar Prats, al que se fue directo y propinó un desmedido empujón que el árbitro sancionó con tarjeta roja directa. Una pueril reacción del futbolista puertollanero, que encaraba el túnel de vestuarios sin protestar y cabizbajo.
Y ésta fue la jugada que decantó el encuentro del lado talaverano. En superioridad numérica, los de Fran Alcoy se hicieron dueños de la situación, a pesar de los cambios realizados por Andrés Viñas, que sacrificaba a los ofensivos Iván Limón y Rubén Gómez, dando entrada a Abdón y Cristian Beltrán.
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