Raúl Castillo no se esconde y admite que «me equivoqué»

Manuel Espadas
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En el fútbol un jugador puede pasar de héroe a villano en minutos. Es justo lo que le sucedió el pasado domingo a Raúl Castillo. El máximo goleador del Manzanares y un hombre clave en la magnífica campaña que están realizando los de Guillermo Alcázar, veía la tarjeta roja antes del descanso y al retirarse a los vestuarios tenía unas palabras bastante subidas de tono con miembros de su propio banquillo, denunciando la falta de intensidad de sus compañeros sobre el terreno de juego en el partido contra La Gineta (1-1). Sin embargo, el veterano delantero no ha dudado en dar la cara para reconocer que «me equivoqué, porque no son formas».

«Son cosas que pasan en el campo, cuando estás caliente,  a 200 pulsaciones y tras ser expulsado, pero lo que dije es justo lo que pensaba en ese momento. El equipo no estaba jugando bien ante un rival inferior. Estábamos demasiado relajados, sin intensidad, y me daba mucha rabia no sumar unos puntos que luego vamos a echar de menos», justifica Raúl Castillo, que asegura que todo ha quedado zanjado, tanto con sus compañeros como con su entrenador.