Fue una de las huellas más profundas de la crisis económica. Además del impacto que la recesión tuvo en las cifras inmediatas del desempleo, el desplome generalizado de la economía acentuó la silueta del paro de larga duración, un perfil de difícil inserción laboral que constituyó para las administraciones un doble desafío: por un lado, en materia de empleo, por la dificultad para limar unas cifras del paro que en la provincia de Ciudad Real se duplicaron en apenas unos ejercicios; por otro, en el aspecto social, porque el desempleo de larga duración camina por el filo del final de las prestaciones y suma a la cronificación del paro la existencia de familias y hogares a las que no llega ningún ingreso a final de mes. En diciembre de 2013, la provincia de Ciudad Real tenía 67.590 personas en situación de desempleo, y de ellos 26.371 llevaban más de un año en paro. Fue el techo del desempleo de larga duración, que en los últimos cinco ejercicios se ha reducido en un 24 por ciento. O lo que es lo mismo, a partir de los planes de empleo públicos y gracias a la reactivación de la contratación de la mano de la recuperación económica, uno de cada cuatro parados de larga duración ha encontrado trabajo en el último lustro.

El desempleo de larga duración ha caído en todos los sectores, aunque ese descenso ha tenido especial incidencia en la industria y el ladrillo. Es lo que recogen las cifras del Ministerio de Trabajo a las que ha tenido acceso este diario, que sitúan en 20.033 el número de personas que llevan más de un año en paro en la provincia al cierre del mes de noviembre de este año, el último dato actualizado del desempleo. Eso supone que en los últimos cinco años, y en espera de la cifra que depare el mes de diciembre, el paro de larga duración ha caído en un 24 por ciento en Ciudad Real, habiéndolo hecho en todos los sectores: se ha reducido un 6,7 por ciento en la agricultura, un 35,2 por ciento en la industria, un 54,7 por ciento en la construcción y un 18,8 por ciento en los servicios. También en el colectivo de parados sin empleo anterior el paro de larga duración ha caído en un 9,8 por ciento en cinco años.

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