Las clínicas de la provincia de Ciudad Real atendieron a 719 mujeres que decidieron interrumpir su embarazo de forma voluntaria, según los datos ofrecidos esta semana por el Ministerio de Sanidad. La estadística implica un incremento en el número de abortos, respecto a la misma estadística ofrecida por el organismo estatal, durante el año anterior, en que hubo 708. Se trata del tercer año consecutivo de incremento aunque los datos se encuentran alejados de los 763 que hubo en 2014. En Castilla-La Mancha fueron 3.023 los embarazos, también con un incremento respecto a los datos del año 2016.

Por edades, el mayor número de interrupciones voluntarias se produjo entre los 25 y los 29 años, con 163 abortos, seguido de las mujeres entre los 30 y los 34 años (151) y entre los 20 y 24 años (149). En cuanto a los embarazos en la adolescencia hubo cuatro jóvenes menores de 15 años que decidieron abortar, la misma cifra que en 2016, y 88 entre los 15 y los 19 años que también optaron por poner fin a su embarazo, ocho más que el año anterior. Además existen 4 embarazos interrumpidos de mujeres mayores de 44 años y el resto se produjeron entre los 39 y los 44 años.  La mayoría de estas interrupciones del embarazo se produjeron a petición de la mujer, 658 casos, el 91,5 por ciento, mientras que el resto fue por grave riesgo para la mujer o el feto o por anomalías fetales.

De estas mujeres, la mayoría no había tenido un aborto anterior, 454, 63 por ciento. Además hubo 154 que ya había acudido antes a interrumpir su embarazo. Una vez y 59 que habían ido dos. En estas cifras destaca que hubo 19 mujeres que ya habían abortado cinco veces antes o más.

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