Elcogas rechazó el ERTE de los nueve meses porque tenía un coste de 10 millones de euros

latribunadeciudadreal.es
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La empresa consideró «inviable» otra propuesta de ERTErebajada, con los trabajadores seis meses en el paro, por «barreras económicas y legales» al estar la planta ya desconectada

La dirección de Elcogas se opuso a los planteamientos del comité de empresa de aprobar un Expediente de Regulación de Empleo Temporal (ERTE), con el que estuvo reunido casi cinco horas, por  «barreras legales y económicas», según ha podido conocer este periódico de fuentes presentes en la mesa de negociación. Estas mismas fuentes explican que los nueve meses de ERTE con un 90% de salario, como planteaban los trabajadores, era «inviable» económica y legalmente para la empresa. El planteamiento «temporal» del ERE «no tenía cabida normamtivamente» pues «la explotación de la planta está cerrada y desconectada oficialmente por el Ministerio de Industria».

La empresa justificó esta proposición porque el acta de cierre y la desconexión oficial implican «una empresa sin plantilla» y una situación prolongada en el tiempo «supondría el incumplimiento del artículo 4 del Estatuto de Trabjadores». Y, por otro lado, aseguran, tras la desconexión, la planta no se podría reabrir sin llevar a cabo un nuevo expediente administrativo cuya duración se estima en torno a dos años.

El comité de empresa, a la vista del rechazo del ERTE inicial, rebajaron sus expectativas. Llegaron a plantear cobrar el paro durante seis meses, lo que hubiera supuesto para la empresa un coste de 5 millones de euros, resultado de sumar a los costes sociales que se deberían seguir abonando, los gastos derivados de otras partidas que se tendrían que mantener.

Finalmente, y tras analizar varias alternativas, la empresa ofreció un ERE de extinción con una oferta económica por encima de la que marca la ley:despido con 30 días de indemnización con un máximo de 18 meses, con algunas  ventajas para los mayores de a partir de 60 años.

En principio, los sindicatos acudirán a las negociaciones de la séptima y última reunión del domingo con desconfianza, según manifestaron el pasado jueves, al ver que la «propia empresa no defiende su plan de viabilidad y tras haber rechazado todas las propuestas del ERTE». Y reconocen que «queda poco margen de maniobra para convencer a unos accionistas que han obtenido beneficios de 6.500 millones de euros».