El transporte pide que el veto de Reyes Católicos no tenga afán recaudatorio

I. Ballestero
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El sector calcula que el desvío no supone «más de cinco minutos»

Los profesionales del transporte de mercancías por carretera ya saben que aquellos que conduzcan camiones con una masa máxima autorizada mayor a 15 toneladas dejarán de transitar en un mes por la avenida Reyes Católicos de Ciudad Real, momento en el cual, según las previsiones del Ayuntamiento, la prohibición del tráfico pesado por esa vía acordada en mayo de 2014 será vigente. El sector reconoce que la medida «no nos coge de sorpresa», según explicó el presidente de la patronal provincial y regional, Carlos Marín, «porque fue un acuerdo al que ya llegamos con la anterior edil encargada de Movilidad, Rosario Roncero, y sabíamos que podía entrar en vigor en cualquier momento». Eso sí, los transportistas esperan que la implantación de la prohibición se realice con los dos condicionantes que expusieron en su día al Consistorio y que, en principio, «seguirán vigentes»: que no se impulse con afán recaudatorio ni afecte a las empresas que trabajan en el polígono.

«Hemos hablado con el concejal de Movilidad y nos ha asegurado que esos dos condicionantes se van a mantener», aseguró Carlos Marín, que reconoció que el sector estaba «preparado» para la implantación de esta medida. Eso sí, la patronal del transporte de mercancías por carretera señala la información como la vía más efectiva. «Creemos que el Ayuntamiento debería hacer hincapié en informar a aquellos vehículos que puedan despistarse y no cumplir con esa prohibición, y no impulsar junto con esta medida el hecho de sancionar a todos los transportistas», indicó Marín, que cree que la prohibición «debe quedar lejos de cualquier afán recaudatorio». El Consistorio explicó a La Tribuna que la intención de Movilidad es realizar una campaña informativa antes de sancionar.

El segundo de los condicionantes que quiere el sector es que la prohibición no afecte ni suponga ninguna molestia a las empresas que tienen su sede en el polígono de Larache o a aquellas que trabajan en el entorno del hospital, y realizan labores de carga y descarga en el mismo centro sanitario o en los establecimientos cercanos. «Nos han dicho que no va a haber ningún problema, y en el caso de que alguna empresa detecte alguno les invitamos a que se ponga en contacto con nosotros para que lo solucionemos», aseguró el presidente de la patronal, que recordó que el sector hizo una prueba cuando se acordó la prohibición y que las rutas de desvío establecidas «no suponen más de cinco minutos, e incluso se ahorra combustible en alguno de los casos».

La prohibición del tráfico pesado por la avenida Reyes Católicos enviará el tránsito de esos vehículos por la N-420, en dirección a Puertollano, y por la autovía para realizar conexiones con otras rutas.