No ha sido una semana fácil en el seno del CD Ciudad Real, que veía cómo tres de sus jugadores más importantes decían adiós. El pasado martes era Rafi Fornalino el que se despedía para marcharse al Sporting de Alcázar, club en el que podrá compaginar sus nuevas ocupaciones laborales; Álvaro Huertas comunicaba también esta semana a sus compañeros que a partir del lunes ya no estará con el Deportivo debido al trabajo que ha encontrado en Madrid; y ayer mismo Jonás partía definitivamente de Ciudad Real rumbo a Galicia, donde residirá un tiempo junto a su tío para tratar sus problemas respiratorios. Tres bajas importantes, tres jugadores que se marchan con la mano en el corazón.

Rafi no ocultaba en su marcha  que «me ha dolido mucho esta decisión, ha sido una etapa  muy bonita», pero al menos él ha encontrado un nuevo equipo, el Sporting de Alcázar, no como Álvaro Huertas, que se ve obligado a dejar el fútbol sin tener una fecha para su retorno. Se marcha a Madrid para trabajar en una oficina, y el horario, hasta las 21 horas, le impide encontrar un nuevo destino. «Me voy con lágrimas», reconoce el jugador, que señala que «toda mi vida es el fútbol». Asume estoicamente su nueva situación, pero sabe que tiene las puertas abiertas del CD Ciudad Real, y es que nunca se sabe. «Estar en el Deportivo ha sido especial, dejo muchos amigos». Si Parras lo considera oportuno jugará mañana su último partido con el ‘Depor’.

Y finalmente ayer se producía la partida de Jonás, que pasará un tiempo en Galicia junto a un tío suyo antes de tomar la decisión de regresar a Argentina. «No ha sido fácil, en lo personal lo he pasado mal, con dolor», señala el defensa, que también subraya que «los compañeros han hecho que el Ciudad Real haya sido uno de los mejores sitios en los que he estado».

Adiós a tres hombres que inician un nuevo trayecto con la memoria del CD Ciudad Real muy presente en el viaje.