Los nidos de cigüeña blanca, algunos de hasta dos toneladas de peso, proliferan en las torres eléctricas, campanarios y tejados de las iglesias causando en algunos casos daños estructurales que en ocasiones obligan a los técnicos de Medio Ambiente a autorizar su retirada. En el caso de la provincia de Ciudad Real, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, a través de la Sección de Espacios Naturales Protegidos y Vida Silvestre, autorizó el pasado año la retirada de 22 nidos en 18 localidades de la provincia, lo que significa cuatro nidos menos que en relación al año anterior.
El jefe de servicio provincial, Víctor Díez Urbano, recuerda que los nidos están protegidos y su retirada se autoriza en determinados casos, «siempre tras haber estudiado diferentes factores como el estado de la plataforma o los daños». «La retirada de nidos solo se puede autorizar de forma justificada, después de haber cumplido una serie de criterios estrictos», comenta.
En todo caso, las autorizaciones que conceden los órganos competentes de las comunidades autónomas o sus delegaciones territoriales, deben respetar el periodo de cría de las cigüeñas salvo que exista peligro para las personas, como la caída de una torre u otra estructura por el peso. Y es que, tras la modificación en julio de 2015 del Código Penal, realizar actividades que impidan o dificulten la reproducción de una especie protegida «ha pasado de ser infracción a delito». En esto, subraya, la normativa «es bien clara y no vale eso de no me gusta y quiero quitarlo».
La mayoría de autorizaciones del año pasado se trataba de nidos situados en torres eléctricas. Así, en Moral de Calatrava y Calzada de Calatrava se aprobó, respectivamente, la retirada de tres nidos. Fueron las dos localidades con más permisos autorizados. En otros municipios como Alcoba de los Montes, Abenójar, Alamillo, Granátula de Calatrava, Luciana, El Robledo, Piedrabuena, Aldea del Rey, Villamayor, Chillón, Herencia, Almadén, Argamasilla de Calatrava, las pedanías del Villar (Puertollano), Tirteafura (Almadén) y Santa Quiteria (Alcoba de los Montes) se otorgó un permiso en cada uno.
Nidos que se reubican en otros lugares como, por ejemplo, en postes fuera del casco urbano. Todo ello, insiste el jefe de Espacios Naturales Protegidos y Vida Silvestre de Ciudad Real, bajo la supervisión de los técnicos medioambientales.
José Manuel Hernández, miembro de SEO/BirdLife y gran conocedor de este ave, recuerda que «la ley obliga a proteger los nidos y a conservar la especie», por lo que «exigimos a la administración que sea muy hábil en resolver estos problemas teniendo en cuenta el interés de todas las partes y sobre todo, la legalidad vigente». Por ello, alude a retirar los nidos con «buen criterio y evitando las malas prácticas». Así, pone de ejemplo Almodóvar del Campo, donde «aparentemente el nido de una chimenea no molestaba a nadie y no había ninguna causa que pudiera justificar su eliminación», por lo que pide a la administración «que trabaje con más rigor».