Lo que más valora son las condiciones de préstamos

L.G.E. / Toledo
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Su antecesor en el cargo, el exconsejero Arturo Romaní, dijo muchas veces que en Castilla-La Mancha crecía la deuda financiera porque se había pasado de deber facturas a los proveedores a deber préstamos a los bancos. Estas explicaciones no consuelan a su sucesor, Juan Alfonso Ruiz Molina, que recalcó ayer que Castilla-La Mancha tiene una deuda de 13.146 millones, casi el doble que en 2011.
Lo que le consuela algo a Ruiz Molina son las condiciones de esos préstamos. Y es que el 98,13% están a largo plazo en lugar de a corto y el tipo medio está ahora en 1,32%. «En cuanto a su gestión, es lo mejor que han hecho», reconoció el consejero de Hacienda, aunque también aclaró que en parte se debe a la ayuda del Estado y a que la mayoría de operaciones venían cerradas por el Gobierno de España. Aun así, avanzó que ha mandado refinanciar 318 millones a través del tesoro público para mejorar condiciones.