Cada vez falta menos para que el BM Alarcos debute en la División de Honor Plata y el equipo de Javier Márquez trabaja a contrarreloj para llegar a ese 6 de septiembre en las mejores condiciones posibles para plantar cara al ‘coco’ FC Barcelona B.

Este miércoles, ante el Alcobendas, sacaba adelante (27-25) el cuarto y penúltimo amistoso de la pretemporada, en un nuevo ensayo en el que quedó claro que se siguen dando pasos adelante, pero todavía con un margen de mejora considerable.

La defensa 5-1 aún es muy permeable y en ataque faltó dirección, circulación de balón y conexión con la segunda línea. Aspectos, todos ellos, que hay que «seguir puliendo», como reconocía el técnico manzanareño.

«Fue un partido muy disputado, con dos partes muy diferenciadas, pero creo que se dio un pasito más. Debemos seguir trabajando la defensa 5-1 porque durante el año vamos a tener que emplearla, pero está claro que nos sentimos más cómodos con el 6-0, que es la que hemos utilizado casi toda la campaña pasada; la pretemporada está para eso», razonaba el entrenador del Alarcos al final de un choque en el que brilló sobremanera el nuevo portero del Alcobendas, Lolo Rodríguez, al que Márquez vio «muy bien, muy motivado, y me alegro».

El técnico alarquista confía en que su equipo siga corrigiendo facetas deficitarias como la poca fluidez en ataque, la circulación de balón, los sistemas defensivos y las transiciones, «sobre todo, en segunda oleada y en la ocupación de las calles».

Contra el conjunto madrileño se echó de menos el descaro y la verticalidad de Álvaro Torres en la primera línea. El joven jugador ciudadrealeño sufrió un pinchazo en el abductor durante el calentamiento que le impidió actuar el miércoles y que tampoco le permitirá entrar en la lista de convocados para el quinto y último test veraniego, el de mañana sábado en El Sargal de Cuenca, ante el Ciudad Encantada de Liga Asobal.