Fiesta en torno al piano y la música

D. F.
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Pilar Zamora dio la señal de inicio del Día de la Música ante el piano instalado en la calle General Aguilera, donde los aficionados a la música adelantaron la hora de empezar a tocar

Antes incluso de la hora marcada para el comienzo de los actos del Día de la Música hubo quienes aprovechaban la ocasión para dejar correr sus dedos sobre el teclado del piano de cola instalado en mitad de la calle General Aguilera. Por ejemplo, Celia Núñez, una alumna de 15 años del Conservatorio Marcos Redondo que había salido con unas amigas para recoger sus notas y que se encontró con el piano aún sin intérprete, a lo que le puso remedio de inmediato.

«Cuando he visto el piano me he parado a tocar», reconoció Celia a La Tribuna, que, además, consiguió que una de sus amigas, Paula Sánchez se animase a cantar con ella. En el momento en que ambas dejaron libre la banqueta, otro estudiante de Música, José Manuel Camacho, propició otro ratito de disfrute para los paseantes y también algunos de sus compañeros de trabajo que en ese momento le acompañaban.

El disfrute de músicos y espectadores se alargó a medida que avanzaba la mañana y hubo momentos en los que quienes salían de las tiendas cercanas se veían obligados a detenerse para seguir las actuaciones o a rodear un gran corro para continuar su camino.

La propia Ana Tejado, que oficiaba de ‘pianista titular’, se mostraba encantada de las ganas de participar que estaban mostrando los paseantes, una animación que continuó a lo largo de todo el día.

La apertura de la jornada estuvo encabeza por la alcaldesa de Ciudad Real, Pilar Zamora, quien celebró la presencia de la mayoría los grupos municipales en este celebración. «La música es importantísima en la cultura y en la vida de una ciudad y así lo queremos manifestar también en Ciudad Real», apuntó.

La regidora animó a escuchar a los grupos locales y se mostró convencida de que en la ciudad «hay mucho talento que sacar y vamos a disfrutar de ello». Al mismo tiempo, animó a los vecinos a «disfrutar de un día que es mágico».

Esta fiesta de la música no estaba sólo en la calle General Aguilera, sino que otros diez escenarios sirvieron para extender la celebración en varias direcciones, siempre con el respaldo de los grupos locales.

Así, la plaza Mayor fue el escenario para el concierto de los grupos ganadores del Certamen Suena CR, mientras que en la plaza del Pilar la animación era cosa de los alumnos de la Escuela de Música Moderna.

De hecho, las escuelas de músicas hicieron una gran aportación a este encuentro musical. La propia Ana Tejado atrajo al estratégico cruce de General Aguilera con Bernardo Mulleras a los alumnos del centro que lleva su nombre, mientras que el Museo López Villaseñor se convirtió en el cuartel general de la Escuela Mousiké, mientras que quienes se forman en Musicaula Creativa lo dieron todo en la vecina plaza de la Merced.

Más allá de los centros formativos, aunque también con espíritu estudiantil, la Agrupación Coral Universitaria realizó un concierto de música del siglo XXI en la iglesia de San Ignacio, donde interpretó tanto piezas de corte religioso como obras profanas.

La música electrónica y dance encontró su refugio en el templete del Prado, donde intervinieron siete grupos distintos, mientras que la batucada Tutraka, de la Asociación Percusión Ciudad Real, realizó un pasacalles por distintos puntos del centro.

En otros escenarios hubo sitio también para el reggae, la música de cantautores y el flamenco y hasta una exposición de fotos.