Sabedor de que la transformación digital conlleva cambios en todos los sectores formativos, sociales y empresariales, acreditó Crescencio Bravo que esta incorporación en la Universidad está siendo abordada con la dinámica asumida siempre por una institución acostumbrada a la reinvención.

Por ello, y consciente de que la red de la Universidad registra la conexión «media de dos dispositivos por persona», el secretario general de la UCLM fue tajante al afirmar que la entidad cuenta con los centros mejor interconectados dentro del reto de «ampliar sus misiones». No hay que olvidar que «hay que potenciar esa conectividad no sólo en el ámbito docente sino además en el otro pilar de la institución, como es la investigación».

En este sentido, tuvo a bien asegurar la labor de «formar a los trabajadores del mañana» a través de un Plan Estratégico que, además de estar dotado de un catálogo de titulaciones oficiales, atiende y vela por «las competencias trasversales en digitalización». Porque, apreció Bravo, los cambios de comunicación e interconexión requieren «renovar conocimientos» a través de actuaciones versátiles en los que «la globalización exige «una formación permanente».

Sobre las incursiones de la Universidad en estas parcelas de conocimiento, mencionó el responsable el centro de tecnologías digitales y los servicios ofertados por una institución académica que posee «un activo capital tecnológico».

Bajo el cometido de «aprovechar las oportunidades», y ya que a su juicio la Universidad «debe ser motor de ciencia y conocimiento» llamado a «influir en la economía, el desarrollo y la innovación», Crescencio Bravo aclaró conceptos apreciando que ser una universidad digital «no significa digitalizarnos» porque se trata «de un cambio más profundo donde hay que concebir un enfoque del mundo digital para dar mejor respuesta a las demandas de los ciudadanos».

De ahí que apostara por «trabajar enriqueciendo los escenarios de enseñanza» mediante la incorporación de «nuevos dispositivos y elementos en clase». En esta línea de acción, no descartó el secretario general de la Universidad, la posibilidad de «ser más disruptivo cambiando el propio método».