Fuensanta duplicará plazas con dos viviendas de autonomía

HIlario L. Muñoz
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La asociación cuenta con ocho plazas entre dos hogares dirigidos a usuarios que realizan un circuito hacia su emancipación primero en la residencia y luego en pisos dentro del centro

Fuensanta duplicará plazas con dos viviendas de autonomía - Foto: Rueda Villaverde

La asociación Fuensanta de Ciudad Real se podría calificar como el centro de la discapacidad de la provincia de Ciudad Real. Se trata de un recinto al que cada día acuden casi 300 usuarios entre el centro ocupacional, centro mayores de 50 años y centro de día para personas gravemente afectadas y en el que residen 70 personas de forma permanente dentro de un programa hacia la autonomía con el que cuenta la entidad. Se trata de un proyecto conformado por tres espacios, cada uno complementario del siguiente, actuando como fases hacia una mayor autonomía.

De este modo, el centro cuenta por una parte con una residencia en la que habitan 30 usuarios y que sería el primer nivel de atención a las personas dentro de la asociación. El segundo son las viviendas con protección en las que residen cuatro usuarios por piso y que habitan en ellos pero que apenas cocinan o realizan ciertas tareas domésticas. Existen ocho de estos pisos, con 32 usuarios en total. El último espacio son hogares, fuera del propio centro pero vinculados a la asociación, en los que la autonomía es máxima, con compras realizadas por sus usuarios y una vida más autónoma. Hay dos de estas últimas viviendas y en breve se adquirirán dos hogares más lo que duplicará de 8 a 16 estas plazas de autonomía ofrecidas por la asociación Fuensanta, indicó Isaac Gonzalo, director del centro.

Las diferencias entre la protección de vivir en el centro y la autonomía se encuentran en el espacio temporal de los apoyos puntuales que se van realizando.  En todos los espacios se busca la «unidad de cuatro personas», expuso el gerente, quien recordó que el centro atiende a personas con discapacidad de 15 municipios, a partir de los 18 años y que todas sus plazas vienen ocupadas por resolución de la Junta de comunidades. «El proceso emerge de la necesidad de cada familia» que solicita al Gobierno regional la posibilidad de un recurso residencial, y entonces se busca su adaptación al recurso. Residencia, pisos y viviendas con autonomía van en función de «habilidades, diferentes capacidades y limitaciones»

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