Un respiro para las hipotecas

Agencias
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El índice al que están sujetos la mayoría de préstamos sobre vivienda en España cotizó por primera vez el pasado viernes en negativo, pero no se traducirá en una devolución de dinero

 
El euríbor a 12 meses marcó el pasado viernes un registro histórico: por primera vez entró en terreno negativo al situarse en el ­0,002%. La pregunta que se pueden hacer ahora millones de personas que tienen una hipoteca es, ¿quiere decir eso que el banco tendrá que pagarme dinero? A continuación, la respuesta a algunas de las dudas más frecuentes.
 
¿Cómo se calcula?
Cuando se habla del euríbor, hay que tener presente que se refiere a un método sobre el tipo al que las entidades bancarias europeas se prestarían dinero a distintos plazos entre ellas. Este índice es usado para marcar los intereses que se pagan en hipotecas y otros créditos.
Los factores que pueden afectarle son varios, desde criterios objetivos como los tipos de interés general o los tipos de las facilidades de depósito que marca el BCE, a otros más subjetivos como la confianza que las propias entidades financieras tienen entre sí. Otros muy relevantes son la inflación y el precio del petróleo. 
 
¿Cómo afecta a la revisión?
La previsión es que las nuevas revisiones sigan la tónica de los últimos meses y sean a la baja junto con la caída del euríbor. Sin embargo, estos retrocesos no serán cuantiosos y no supondrán un notable beneficio entre los hipotecados.
Al haberse producido ya la mayor parte de la bajada, las próximas tendrán un impacto menor puesto que la diferencia, por ejemplo, entre pagar un 0,01% y un 0,008% es muy pequeña. Si adicionalmente sumamos un diferencial fijo, la cantidad reducida tiene menor relevancia ya que el grueso de los intereses pagados se deben a ese indicador fijo en vez de a la parte variable.
De cualquier manera, la caída, sea cual sea, siempre es positiva para familias y empresas al darles una mayor renta disponible y reducir sus costes financieros.
 
¿El banco llegará a pagar por prestar?
Es una opción que se contempla desde el punto de vista teórico y que a pesar de poder suceder en el plano real, será muy complicado que se produzca y se mantenga en el tiempo.
Para que esto ocurra, no solo el euríbor tiene que llegar al terreno negativo sino que, además, dicha bajada debe ser superior al diferencial. Es decir si e es del 1%, el euríbor se debe situar en tasas inferiores al ­1%.
Esta situación no solo es complicada desde el punto de vista monetario, al ser una caída muy profunda y que requeriría de una ingente cantidad de medidas monetarias adicionales, sino que, además, sus repercusiones para las empresas financieras serían extremadamente negativas.
 
¿Habrá un suelo del 0%?
No parece que el nivel de 0% vaya a actuar como suelo. Aún hay margen y tiempo para la caída. Otra cosa es que haya una parte del público que pueda sospechar de manipulaciones en el mercado para que los bancos se garanticen esta rentabilidad.
En los últimos años se han descubierto adulteraciones en el euríbor, libor, oro y otros activos, por lo que es posible tender a creer que, efectivamente, los bancos repetirán dichos comportamientos fraudulentos.
 
¿Volverán las demandas?
Esperemos que no, por dos motivos: el primero porque hay que dar por hecho que el solicitante de créditos (sea empresa o familia) lee las condiciones de dichos contratos y entiende las cláusulas de los mismos y que pudiendo estar más o menos satisfecho con dicho acuerdo, lo entiende.
Y, en segundo lugar, porque si se debe a un fraude por parte de las entidades, el sistema económico actual sería insostenible.
 
¿Se puede cambiar de indicador?
Actualmente se está valorando modificar el euríbor y pasarlo al llamado euríborplus.
Durante 2016 se espera que empiece un control práctico de dicha nueva referencia para comprobar que no supone una variación importante. El principal problema del euríbor es que no refleja operaciones de mercado real sino estimaciones.
Aún es pronto para saber si este nuevo índice será más caro o barato que el actual, pero parece difícil que si supone niveles más bajos que el de ahora, tenga una aplicación inmediata por las negativas consecuencias que tendría para los bancos y la economía
 
¿Se concederán menos créditos?
Más que conceder menor hipotecas, habrá una modificación en las condiciones. Mayor diferencial para las de tipo variable o tratar de incrementar las de tipo fijo aunque suponer menor rentabilidad futura. Sin embargo, la mejora en las concesiones del número se producirá cuando el empleo vuelva a ser estable y se incrementen los contratos indefinidos.