La violencia filioparental y drogas, cóctel explosivo

Pilar Muñoz
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La fiscal delegada de Menores alerta del aumento de la violencia filioparental y de que los agresores cada vez son más niños, hechos achacables a la «pérdida de autoridad»

La violencia filioparental y drogas, cóctel explosivo - Foto: Tomás Fernández de Moya

Cuando unos padres dan el paso de denunciar en la Fiscalía de Menores a sus hijos es porque no pueden más y están viviendo una situación de «violencia extrema» que puede agravarse todavía más si hay drogas de por medio, una adicción que «acaba por destruir al menor y a la familia».

Y no se trata sólo de familias rotas, sino estructuradas, normales de puertas afuera, en las que los progenitores conviven cada día con los insultos y las agresiones que reciben de sus vástagos.  

Así de duros y tristes son los escenarios con que se encuentran en la Fiscalía de Menores de Ciudad Real. Su responsable, la fiscal Yolanda Gutiérrez, ha podido constatar en sus años al frente de este área que la violencia filioparental va en aumento y aparece en edades cada vez más tempranas y lo achaca a la ausencia de normas «a la pérdida de autoridad, a la falta de control por parte de padres y profesores».

Gutiérrez rehúye hablar de casos concretos, pero sabe de padres que se encierran con llave en su habitación por miedo a sus hijos adolescentes. Este es el clima de terror y angustia que se respira en una casa cuando se juntan comportamientos violentos y consumo de sustancias estupefacientes.

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