El CD Ciudad Real iba camino del hospital gravemente enfermo cuando llegó justo a tiempo la anestesia. La victoria, sobre la bocina, evitaba que el cuadro capitalino mirase hacia el furgón de cola con temor por aquello de los posibles arrastres de Segunda División B. Cinco minutos finales lo cambiaron todo, pero no ocultaron un mal partido del equipo de Alberto Parras, que se encontró enfrente con un débil Munera que a punto estuvo de llevarse un botín demasiado pesado de la Ciudad Deportiva Sur (3-2).
El primer gol del Munera, que se había mostrado muy activo sobre todo por banda derecha merced al descaro de Dani, llegaba tras un saque de esquina cerrado que no desaprovechaba Rufi; minuto 9 y el colista ya se había adelantado en el marcador.
Ya que la elaboración brillaba por su ausencia, el tanto del empate tenía que llegar a balón parado en un córner en el que Fernando aprovechaba un rechace al conectar un potente disparo que se colaba por la escuadra de la portería defendido por Jesús.
Dos jugadas, las de los tantos, en las que las defensas de ambos conjuntos habían mostrado una inocencia demasiado evidente, algo de lo que volvería a pecar el meta visitante cuando no conseguía repeler con acierto un disparo de Jang que casi aprovechaba Héctor para hacer el segundo del CD Ciudad Real.
El equipo de Parras, ayer en la grada cumpliendo su segundo partido de sanción, trató de imprimir una mayor velocidad a su juego ofensivo, lo que se tradujo en un mayor repliegue del Munera y en dos ocasiones de Parra que no se materializaron. Con empate en el marcador finalizaba una primera parte que dejaba un regusto amargo en el Deportivo, incapaz de abordar con acierto a un Munera que había mostrado graves síntomas de debilidad y que aparte de la acción de gol apenas tuvo presencia en el área local.
La preocupante falta de ideas, tensión y ambición se convirtió en un mal endémico en el segundo acto. Jaime, que había puesto algo de luz en la primera parte, acabó por desaparecer cuando se blindó el marcaje de Santi; Héctor y Jang se apagaron, y Parra y Jesute no tuvieron la continuidad que necesitan los atacantes. Debutó Lucas, que sustituyó a un Álvaro Huertas con molestias. Hacía falta mucho más.
Pero ni siquiera el Munera era capaz de ofrecer lo que se espera de un conjunto que se está jugando la vida, aunque se encontró con una contra en la que Pascu se vio obligado a parar a Durán, que se marchaba como una bala hacia la portería deportivista. De repente, el conjunto albaceteño tenía un jugador más sobre el campo y la responsabilidad de luchar por algo más que un empate.
El CD Ciudad Real no se sintió ofendido por la situación y no se percató de que todavía quedaba tiempo para mostrar algo más. Y la cosa fue a peor cuando Duvan se deshizo de Lucas y lograba realizar un pase en línea de gol que aprovechaba Santi para marcar. Corría el minuto 74 y todo se venía abajo.
El Munera no había desaprovechado el regalo de un conjunto indolente, de un cuadro que iba a la deriva hasta que apareció Seve en un remate de cabeza para poner la igualada después de que el CD Ciudad Real se quejase de un penalti cuando el rechace del portero daba en las manos de un defensor.
Corría el minuto 87 y el gol maquillaba la actuación del Deportivo, pero Parra la reconducía completamente cuando lograba el 3-2 de cabeza en el minuto 90 tras un saque de esquina. Al final, hubo lo que faltó durante todo el choque: orgullo y amor propio, dos conceptos esenciales a falta de claridad. Ayudó también la debilidad de un Munera al que la falta de confianza maniató cuando lo tenía todo a su favor para llevarse los tres puntos.
En un meritorio final tras un muy mal partido del Deportivo también es merecido recordar a Mena, que con dos intervenciones de mérito evitó el sonrojo deportivista. Además, la entrada de Seve revolucionó al equipo participando en el tanto del empate y también en el 3-2 que culminaba la remontada.