La Semana Santa de 2013 puede calificarse como una de las peores de los últimos tiempos. De hecho, el presidente de la Asociación de Cofradías, Emilio Martín Aguirre, aseguró a este diario que «pese a que ha llovido muchos años, creo que éste ha sido en el que se ha quedado sin procesionar mayor número de hermandades». Así, y a falta de que hoy haga su estación de penitencia la Hermandad del Resucitado solamente siete (Coronación, Prendimiento, Santa Cena, Longinos, Caridad, Dolorosa de Santiago y Soledad) de las otras 25 corporaciones pudieron cumplir con su recorrido al completo. Mientras, el Nazareno salió, pero tuvo que volver a San Pedro unos 45 minutos antes del horario fijado y Las Penas regresó a las Carmelitas prácticamente media hora después de su salida. Todo, en siete días en los que solo el Jueves y el Sábado Santo estuvieron libres de precipitaciones.
Sin duda, un balance muy pobre para la Semana Mayor de la capital y que ha dejado a su paso cientos de ilusiones rotas, mucho trabajo que no ha podido culminarse en las calles y las lagrimas de los muchos cofrades que cuentan durante todo el año los días que restan para poder ver procesionar a sus titulares. De este modo, Martín Aguirre no ocultó que el ánimo acaba «por venirse abajo», pero valoró la «madurez» de los hermanos de las distintas cofradías a la hora de asimilar las decisiones de sus respectivas juntas de gobierno; y es que, como indicó, «cuando llueve y no se puede salir, es imposible hacer otra cosa».
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