Lo que pudo ser y no fue

M. Chaves
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La Semana Santa de 2013 pasará a la historia como una de las más decepcionantes que se recuerdan en la capital • Más de una quincena de hermandades optó por no salir a la calle ante las inclemencias meteorológicas

La Flagelación no pudo procesionar el Miércoles Santo. - Foto: Pablo Lorente

La Semana Santa de 2013 puede calificarse como una de las peores de los últimos tiempos. De hecho, el presidente de la Asociación de Cofradías, Emilio Martín Aguirre, aseguró a este diario que  «pese a que ha llovido muchos años, creo que éste ha sido en el que se ha quedado sin procesionar mayor número de hermandades». Así, y a falta de que hoy haga su estación de penitencia la Hermandad del Resucitado solamente siete (Coronación, Prendimiento, Santa Cena, Longinos, Caridad, Dolorosa de Santiago y Soledad) de las otras 25 corporaciones pudieron cumplir con su recorrido al completo. Mientras, el Nazareno salió, pero tuvo que volver a San Pedro unos 45 minutos antes del horario fijado y Las Penas regresó a las Carmelitas prácticamente media hora después de su salida. Todo, en siete días en los que solo el Jueves y el Sábado Santo estuvieron libres de precipitaciones.
Sin duda, un balance muy pobre para la Semana Mayor de la capital y que ha dejado a su paso cientos de ilusiones rotas, mucho trabajo que no ha podido culminarse en las calles y las lagrimas de los muchos cofrades que cuentan durante todo el año los días que restan para poder ver procesionar a sus titulares. De este modo, Martín Aguirre no ocultó que  el ánimo acaba «por venirse abajo», pero valoró la «madurez» de los hermanos de las distintas cofradías a la hora de asimilar las decisiones de sus respectivas juntas de gobierno; y es que, como indicó, «cuando llueve y no se puede salir, es imposible hacer otra cosa».

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