Mahou-San Miguel compra a Valtorre la embotelladora de Aguas de Beteta

J. López / Cuenca
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La propietaria de Solán de Cabras confirma que mantendrá la actual plantilla y estudia la situación actual de la empresa adquirida para distribuirla y comercializarla en el mercado

La empresa nacional Mahou-San Miguel, propietaria del manantial del Solán de Cabras, ha adquirido recientemente la fábrica embotelladora de Aguas de Beteta, en Cuenca. Así lo han confirmado fuentes de la propia compañía que indicaron ayer que hace unas semanas que la propietaria, la empresa también dedicada a la distribución de aguas minerales Valtorre, vendió la fábrica situada en el manantial de la Fuente del Arca. 
La compra, que se hizo efectiva a finales del mes de julio, fue precedida por arduas e intensas conversaciones entre ambas compañías ya que, según ha podido saber La Tribuna, un grupo inversor de origen árabe estaba interesado en adquirir la planta situada a las faldas de Beteta. Sin embargo, el grupo español pudo hacerse finalmente con la embotelladora. 
«En estos momentos estamos estudiando la situación actual de Aguas de Beteta para definir como vamos a actuar en acciones futuras que podamos plantear en todos los ámbitos», indicaron las fuentes, que añadieron que «es verdad que Solán de Cabras está muy vinculada al manantial que lleva el mismo nombre, por lo que no creo, aunque tampoco lo podemos confirmar aún, que vayamos a distribuir Aguas de Beteta bajo el símbolo de Solán de Cabras, pues depende del manantial».
A pesar de la cercanía de ambos surtidores, separados geográficamente por la Hoz de Beteta (apenas 10 kilómetros en línea recta) «la compañía que ha adquirido la planta entiende que «son dos manantiales distintos».
El objetivo de Mahou-San Miguel es mantener la veintena de empleos que hasta el momento trabajaban en la embotelladora de Aguas de Cuenca. «Mantendremos los mismos puestos de trabajo, bajo las mismas condiciones», comentaron las fuentes de la nacional cervecera, que puntualizaron que «para nosotros es una máxima cuidar a las personas lo máximo posible, velar por su bienestar y que estén en las mejores circunstancias para todos ellos, como hacemos con el resto de la plantilla que integramos Mahou-San Miguel».
Aunque aún es pronto para conocer la fecha en la que la nueva marca saldrá a la luz, la compañía estimó que «los esfuerzos están encaminados, ahora mismo, en conocer la operativa del negocio que ya tenía Aguas de Beteta y como se integra dentro de Mahou-San Miguel, y la relación de esa marca y los productos que tenemos con los clientes y distribuidores. Ahora mismo debemos tener prudencia, poder estudiar la situación correctamente para que los resultados sean lo mejor posible».
Desde la compañía también se indicó que con esta adquisición se apuesta por los manantiales de la provincia de Cuenca  y su calidad.